lunes, 13 de junio de 2011


Matices de mi patria chica


A Las Taranas


Autoría: José Manuel Ramos Severino

La persona inteligente es sensorial,
mas el sabio es espiritual.

Es con el alma como podemos captar
la esencia de las cosas.


El autor.



APUNTES

La comunidad de Las Taranas, se localiza en la carretera San Francisco de Macorís – Nagua, prácticamente equidistante de ambas capitales de provincia. Cerca de los municipios de Villa Riva y Castillo. Políticamente, Las Taranas, es un Distrito Municipal de la Provincia Duarte.

Su nombre proviene de la multiplicidad de árboles de tarana, planta desconocida en la comunidad; casi en extinción, cuyos vestigios se localizan principalmente en la reserva forestal de Los Haitises.

El primer asentamiento humano en el lugar de Las Taranas, debió realizarse aproximadamente entre 1880 y 1890, a partir de la puesta en funcionamiento del Ferrocarril Sanchez-La Vega, que dinamizó toda la actividad comercial en el nordeste.




DIVINA COMARCA

El crepúsculo de la mañana
levanta lentamente
la oscura cortina del cielo;
un mágico cromatismo
se apodera del éter.
En la lejanía …
destellos
de una inmensa flor de flamboyán,
se agiganta en la bóveda celestial,
anunciando el advenimiento matinal.

El café de pilón
perfuma el amanecer
y nos deja en el alma
su plácido aroma.
Armonizan su tono las aves cantoras,
dando la bienvenida a la aurora.

Hay sublimidad y nobleza
en un amanecer taranero,
los Ángeles dirigen
la divina sinfonía de la naturaleza,
y los Santos entonan su cancionero.

Los promontorios
ceden a la tierra llana,
el sol
revela una fértil sabana tropical.
Allí se encuentra mi adorada Tarana,
por el río Yanabo está serpenteada,
por la carretera flanqueada,
mi pueblo está asentado
en una mágica alfombra verde.

***







“¿ Cuánto le cuesta el cielo
a un campesino ?
Diez velas para que llueva.
Otras diez para que escampe.”

Manuel del Cabral






LOOR AL LABRADOR

Al corcel le mueve la brizna,
los brazos
hacendosos del labrador,
conmueve el corazón,
la sonrisa franca
del humilde trabajador.

Bendito el hombre
que a fuerza de sudor,
asido a su arado taurino,
cada día embaraza la gleba,
llenando de frutos la tierra.

Bendita la persona forjadora,
en su surco de ensueños,
hace florecer la vida.

¡ Oh, labrador !
Humildemente ves pasar el día
y el noble verano es tu compañía,
titán de la labranza,
nunca pierdas la esperanza,
pronto llegará al solio presidencial,
la Gran Reserva Moral.

¡ Mi pueblo es único,
sus habitantes cuando viven :
son mártires del trabajo,
y Ángeles se vuelven :
cuando mueren !

****





“… Mejores son tus amores que el vino.”

Cantares 1:2






BODA EN YANABO

El hogar de una beldad trigueña
sirve de escenario a su boda yanabera,
del río Yanabo
se escuchan las inmensas chorreras,
desplazándose sobre gigantes piedras,
las hojas de los cacaotales,
se mueven al compás de los platanales,
el carpintero asido a las palmeras,
con sus fuertes picadas toca el tambor,
la cigarra empezó su silbido de amor,
los polluelos con su tierno piar
y el cacarear de las gallinas
entonan la marcha nupcial.

Ya empieza la bucólica ceremonia,
a simple oír se pueden escuchar,
los latidos de sus corazones;
con tinta del alma firmaron el idilio,
las doradas sortijas en los dedos,
se unieron en besos de consagraciones
y de su cuerpo
trascendían todas sus palpitaciones.

Alimentos a granel y tragos por doquier.
La tarde avanza y su tálamo los llama,
pronto iniciarán el viaje por la serranía,
flanqueando el sendero de la ría.

Sendos potros
elegantemente ensillados,
serán sus monturas;
ambos contrastan en color,
uno,
pretende emular a Bucéfalo,
altivo y brioso,
el caballo del magno guerrero-filósofo;
el otro,
al corcel del gran conquistador francés.
Agarrada de la mano camina la doncella,
cual virgen en procesión,
con su alma henchida de devoción.

La novia y su blanca vestidura,
se confunde con la alba piel
de la cabalgadura.

Los parroquianos
se alinearon con los consortes,
cual caballería en formación,
presta a dejar la región.

¡La madre
con júbilo despidió a los esposos,
y los encomendó al Cristo Glorioso.
Su cuerpo
se acomodó en la mecedora,
de sus ojos
salía una mirada conmovedora.

La madre vio la retaguardia
y de su vista
se perdió la nupcial caravana.
Quedó ante su mirada
el espacio sideral grisáceo
en su doble tono
de alegría y tristeza,
y la frondosidad del paisaje;
las amapolas con su vistosidad,
a su alma
querían llevar vivacidad.



“El mejor maestro
no es el que posee más conocimientos,
sino el más sincero al responder a sus discípulos.”

Aristóteles.



A UNA MAESTRA TARANENSE

Villa Gloriosa por la eternidad.
Allí existe una casta mujer,
con tanta dignidad,
que trasciende su ser.
Amiga, hermana y maestra
eres para una comunidad,
nadie
ha luchado más que Usted,
por la superación de nuestro lar.

Tu vida
es inmenso manantial de ternura.
Cada dedo de tus manos
es un pétalo de amor
acariciador
del vetusto rostro
de tu noble abuela.

En ti,
las mentes atormentadas
encuentran
el sabio consejo de paz,
y cada niño tiene en Usted
el amor de una madre.

Maestra,
sigues alfabetizando
con el ejemplo de tu dignidad,
eres pura y buena,
cual agua de límpido manantial;
eres la Prometeo de un pueblo,
sacrificándote llevas la luz,
a las mentes entenebrecidas,
en la lejana San Cristóbal,
te apoderaste
de la tea del conocimiento,
liberando
a los taranenses humildes.

¡Cuántos
momentos tristes has vivido
por la indiferencia de tus libertos !
Los ingratos
olvidaron tu portentosa destreza,
se anida
en su mente la miseria humana
y no le permite ver
la grandiosidad de tu proeza.

¡ Maestra …
cuando la parca
pretenda cercenar tu vida;
sonríe,
búrlate de ella,
no necesitará cirios
tu cuerpo ya inerte,
la luz de tu virtud,
acompañará tu alma,
más allá de la supuesta muerte !

Debes saber:
que ante el dolor de tu partida,
el sol ocultará su lumbre,
el cielo se vestirá de gris,
y hasta el ruiseñor
llorará en su cumbre.

¡Mujer, qué excelsa es tu vida !
No hay que mencionar
tu verdadero nombre,
¿Para qué ?
Las cosas trascendentes,
siempre son sencillas como Usted,
con justicia te llamamos : “La Doña.”

***




“… Los contornos de tus muslos son como joyas, …”


Cantares 7:1


DONCELLAS TARANENSES

Tus doncellas son ángeles de luz
caminando con donaire;
sus siluetas son espigadas,
cual Reina del Nilo,
algunas llevan en su piel
el enigma y belleza de la noche,
y las toca una mágica alquimia,
al acariciar sus cuerpos
el astro nocturnal.
Otras,
tienen en su rostro
la refulgencia del sol.
Son ninfas de múltiples encantos,
cuerpos esculturales,
miradas de Gioconda,
y almas inmortales.

En la mirada cautivamente
de una doncella taranense,
el cronos desaparece,
pasado y futuro: es el presente,
del tiempo se verifica su relatividad,
y en la inmensidad
de sus brillantes ojos,
descubro la eternidad.

¡Oh! ¡ Qué mirada … !

Los atributos de Fidias quisiera tener
y en nacarado mármol
esculpir la belleza de sus cuerpos.
¡ Oh, beldades, de cuántos encantos
son poseedoras !

Ante la hermosura
de una doncella taranera,
las mariposas danzan en el corazón
del más puro de los mortales.

¡ Hasta las almas en pena
buscan descanso
en las sonrisas bellas
de aquellas doncellas !

Los brazos de una fémina taranense,
están llenos de virtud,
son inmensos lagos
de brillante amor,
huye el espíritu de la muerte
ante tanto fulgor.

El grito de la criatura naciente,
anuncia el milagro de la vida,
los Ángeles sirven de aliciente,
la Madre llora y luego sonríe.

En sus vientres
las criaturas tienen vida,
y en sus pechos,
el anhelado amparo;
el anciano encuentra en ellas,
el preciado descanso.
¡ Cuánta bondad hay en las féminas
de aquella pradera !
¡ Qué noble eres mujer taranera !

¡ La belleza es la expresión
suprema de la verdad !



¡ Donde no se puede seguir amando,
hay que pasar de largo !

Friedrich Nietzsche




¡ EL OLVIDO ESTÁ DORMIDO !

¡ Oh, adorada Tarana,
sean benditos por generaciones,
quienes te han llenado de gloria
al elevar tu jerarquía política,
alegrando nuestros corazones !

Algunos de tus vástagos emigraron,
la indiferencia de tus hijos,
he llorado contigo,
algunos te negaron al ser una campiña,
se creyeron citadinos,
se olvidaron de tus praderas
y también de sus sueños de niños.
Olvidar el lugar de procedencia
es como existir sin memoria,
criatura de la creación sin conciencia,
pues olvidó su ascendencia.

Hoy, canto y gozo
con aquellos esforzados por coronarte.
Esos valientes luchadores
contra el gigante de la indiferencia,
postrador de los pueblos.
Aquellos hijos tuyos,
seguidores de una hermosa quimera :
la ascensión política de nuestra tierra.

No te olvido adorada Tarana,
tú fuiste mi amparo,
en tus aulas aprendí a leer,
y allí,
entre viejos pupitres
y la mirada inquisidora de la maestra,
a una damisela empecé a querer.

El lazo a mi pueblo es fuerte :
cual tormenta en medio del mar,
eterno :
como La Santa Palabra del Creador;
en mi alma recuerdo a Las Taranas
y toda la inmensidad de su amor.

¡ Qué triste debe ser la vida
de quienes olvidan su pueblo !
Es más que perder el alma,
es ser atormentado eternamente,
es sentir un vacío existencial,
es ser ingrato
y arrastrar toda la miseria terrenal.

No te olvido amada Taranas,
tengo tus estampas en mi mente,
los acordes del río
llevo presente,
al desplazarse sobre las piedras;
el silbido de Chirola
al pasar por la alcantarilla,
o aquel niño descalzo
moviendo la carretilla.

No olvido
las preciosas tardes taraneras,
el sol transforma en aurígeras
los penachos de las palmeras;
el astro rey hiere al cielo
con sus espadas de fuego,
el éter desangrado,
se tiñe de escarlata,
las nubes arrebolada
anuncian la parca del atardecer,
y el ocaso vesperal
se torna nostálgico,
por el día que perece
y jamás volverá.

***




Yo estoy contigo;
eso es todo lo que necesitas.
Mi poder se muestra mejor en los débiles.

2ª Corintios 12:9





LIBERTAD TARANENSE

Allí se venera la libertad,
por todo lado,
mi pueblo emula al ave quetzalt,
prefiere la muerte a vivir enjaulado;
es mejor un segundo de libertad,
que existir sin ella una eternidad.

Es preferible un instante
persiguiendo un sol quimérico,
una noble esperanza
fugazmente motivará al corazón,
a una perpetuidad
bajo la sombra de la ignominia.
Los traidores y cobardes no viven,
cual otro animal de la creación,
existen.

Simplemente vive,
hasta tu último hálito,
en una búsqueda constante
de la suprema libertad,
encarnada en Jesucristo,
trabajo y estudio.

Jesucristo,
al alma trae liberación;
los frutos del trabajo,
hacen alegrar el corazón;
y con el estudio,
llega a nuestra mente
la luz de la cognición.

¡ Sencillamente sueña,
anhela y vive ¡
Nunca dejes tus nobles ensueños,
ellos vivifican tu alma.
¡ Aunque los cobardes y traidores
te consideren como un soñador
o una golondrina solitaria,
adelantada al estío,
siempre recuerdas,
marcaste el camino !

Allí aprendimos a perdonar,
a quienes se cobijan
en la sombra de la maldad;
no retengas falta,
debes luchar y cuidarte.


Es como si una fiera
pretende desgarrar tu alma,
¡sálvate!,
perdónale la vida y apártate,
su naturaleza es atacarte.

La vida es corta
y no podemos dedicarla
a destruir un animal,
aún nos haya causado daño moral,
este proceder es irracional,
debemos aprender a perdonar,
en el perdón
subyace la vida espiritual.

¡ Perdona ¡
y volverás a encontrar
el sentido de la vida;
¡ pide perdón !
y la paz se adueña de tu corazón;
¡ perdónate !
y verás la belleza de tu ser.
Ejércelo en su triple dimensión;
es una tragedia la vida sin perdón.


Haz lo que puedas con amor,
mientras dure la luz en el cielo,
cada mañana es iluminada
por el mismo sol
y todos los días no son iguales.

Del águila toma la fuerza,
surcarás el cielo en soledad.
Del colibrí aprende su astucia,
ante la fetidez remonta vuelo
y al descender de nuevo,
siempre busca las mejores,
se alimenta del néctar de la sutileza,
y se cuida de los fragantes pétalos
y atractivos colores,
esconden enorme impureza.

Si debes vivir en la pobreza,
no tengas vergüenza,
existe como la flor de loto,
sobresale su nobleza
en las tinieblas del pantano,
siempre busca el fulgor
del inmenso esplendor.


Y aunque sigas en la pobreza,
debes mantener tu perfil;
no seas como el sapo,
de tanto compartir con sanguijuelas,
se creyó una de ellas,
y llegado el momento de habitar
en límpidas y ricas aguas,
murió de nostalgia y soledad,
amaba más la hediondez
y miseria del pantano,
que la bonanza y limpieza
del nuevo hogar.

Únicamente los de su especie,
entienden su tosco canto,
viven en la ciénaga de la deslealtad,
no saben amar,
al igual que los sapos,
únicamente aprenden a croar.

Es humillante la falta de riqueza,
cuando no se lleva con dignidad,
únicamente es ultrajante,
cuando se pierde la nobleza,
aún en la pobreza,
puedes encontrar la libertad.

Con tarántulas y sanguijuelas
no es bueno caminar,
aprenderás a dañar,
nunca conocerás la auténtica libertad,
y jamás podrás amar.

Nunca disfrutes la maldad,
ni el dolor de los demás;
cautivo siempre estarás
y no encontrarás la libertad.


***




“Estoy de paso en este mundo.”

Salmo 119:19





SIGAN CANTANDO…

La parca es un concepto irracional,
son nuestras erradas
percepciones y creencias,
las que conceden razón
a lo ilógico de la muerte.


El alma jamás muere,
a su creador es consustancial
y el conjunto de la existencia
es un recorrido eternal,
empezado a caminar en la vida material,
y para bien o mal,
al partir de este mundo,
los pasos seguirán el mismo rumbo
de los trazados en el quehacer terrenal.

Al nacer se llora,
es el tono indiciario del dolor;
y al partir se debe cantar,
ha vencido el amor;
la vida no es llanto,
todo no es alegría,
nada hay que lamentar,
en la naturaleza
hay sapiencia y armonía,
en la vida terrena
debemos encontrar la melodía.

Lamenten
a los que han muerto sin Cristo,
lamenten
a los que no han amado y
nunca tuvieron caridad,
lamenten
a quienes no tuvieron fe,
y son prisioneros por la eternidad.

Canten
al amor y la libertad,
canten
los victoriosos de la fraternidad,
canten
los soñadores y visionarios,
aún estén ante un cuerpo inerte
llevado hacia el campo santo,
sigan cantando por solidaridad;
sin saberlo :
vivos y muertos transitamos
por el sendero de la eternidad;
alaben
a la Divina Fuerza Redentora,
en el trono celestial
no se deja de alabar.

Sigan cantando,
al cielo no se va a llorar.




ESENCIA DE MERENGUE

Buenos merengues a cantar,
al nombre de Cristo alabar,
las almas se van a alegrar
y el camino a la gloria pueden allanar.

Jesucristo Glorioso y Sempiterno :
quisiera ser buen merenguero
y ante tu Divina Majestuosidad,
tu Nombre Bendito alabar
por toda la eternidad.

¡ Oh, buen merengue,
música divina,
contigo se olvidan las penas
y al escucharte todo es alegría,
cuántos pesares se ahogan
al escuchar tus rítmicas melodías.

En tu presencia repicar
la güira y la tambora,
la trompeta sonaría
anunciando el apoteósico regreso
de Vuestra Excelsísima Señoría,
y los taranenses
al compás de buen merengue,
sus almas al cielo subirían.

En la Santa Boda
del Cordero y su Novia,
en la inmensidad
de la bóveda celestial,
alegres merengues entonar,
llenando de gozo la marcha nupcial.

¡ En paz con Jesucristo
mi alma suba al cielo,
perfumada con esencia de merengue,
flanqueada por el sonido del saxofón
y la alegría contagiosa del acordeón !



Esta obra fue publicada en el año 2009,
en el Distrito Nacional, República Dominicana.

0 comentarios:




Entradas populares

Seguidores

Vistas de página en total