domingo, 5 de octubre de 2008

CONTINUAMOS PUBLICANDO LOS ALCANCES DE LA CONSTITUCION PROMULGADA EN 1963 (ARTICULO 2/5)


LA ASAMBLEA REVISORA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA

PREÁMBULO


Nos, los Diputados del pueblo de la Nación Dominicana, reunidos en Asamblea Revisora de la Constitución por voluntad y elección de las provincias y el Distrito que la componen, en cumplimiento del mandato recibido el 20 de diciembre de 1962 para proveerla de una Carta Fundamental humana, democrática y revolucionaria, para nosotros, para nuestros descendientes y para todos los hombres de buena voluntad que quieran convivir con los dominicanos, invocando el amparo de Dios para que los altos fines por ella perseguidos sean cabalmente alcanzados y mantenidos, MANDAMOS Y ESTABLECEMOS LA SIGUIENTE:


CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN DOMINICANA

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


Artículo 1. Son finalidades básicas de los Poderes Públicos:

a) Proteger la dignidad humana y promover y garantizar su respeto;

b) Propender a la eliminación de los obstáculos de orden económico y social que limiten la igualdad y la libertad de los dominicanos y se opongan al desarrollo de la personalidad humana y a la efectiva participación de todos en la organización política, económica y social del país; y

c) El desarrollo armónico de la sociedad dentro de los principios normativos de la ética social.

Artículo 2. La existencia de la nación dominicana se fundamenta principalmente en el trabajo; este se declara como base primordial de su organización social, política y económica y se le erige en obligación ineludible para todos los dominicanos aptos. En consecuencia:


a) Se reconoce el derecho de todas las personas al trabajo y la obligación del Estado de propiciar y garantizar las condiciones indispensables para hacer efectivo el ejercicio de este derecho;


b) Es deber de todo ciudadano desarrollar, por su propia elección y según sus propias posibilidades, una actividad o una función que contribuya al progreso material o espiritual de la sociedad; y


c) Se declaran calamidades públicas la vagancia, la mendicidad y cualquier otro vicio social que atente contra la consagración del trabajo como fundamento principal de la existencia de la nación.

Artículo 3. Se declara libre la iniciativa económica privada.

Sin embargo, la misma no podrá ser ejercida en perjuicio de la seguridad, la libertad o la dignidad humanas.

Artículo 4. Como norma general, la propiedad debe servir al progreso y bienestar del conglomerado.

Artículo 5. Se declaran delitos contra el pueblo los actos realizados por quienes, para su provecho personal, sustraigan fondos públicos o, prevaliéndose de sus posiciones dentro de los organismos del Estado, sus dependencias o entidades autónomas obtengan ventajas económicas ilícitas.

Incurrirán en los mismos delitos las personas que, desde las mismas posiciones, hayan proporcionado deliberadamente ventajas a sus asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados.

A los convictos de tales delitos les será aplicada, sin perjuicio de otras sanciones previstas por las leyes, la pena de Degradación Cívica, la cual organizará la ley; además, se les exigirá la restitución de lo ilícitamente apropiado.

Artículo 6. A nadie se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda, ni impedírsele lo que la ley no prohíbe.

Artículo 7. Serán nulos de pleno derecho toda Ley, Decreto, Reglamento y actos contrarios a la presente Constitución.

Artículo 8. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos. Toda decisión acordada por la requisición de las Fuerzas Armadas es nula.

Artículo 9. Las leyes no tienen efecto retroactivo, sino en el caso de que sean favorables al que está subjúdice, o cumpliendo condena.

Artículo 10. La bandera nacional se compone de los colores azul ultramar y rojo bermellón, en cuarteles alternados colocados de tal manera que el azul quede hacia la parte superior del asta, separados por una cruz blanca del ancho de la mitad de la altura de un cuartel y que lleve en el centro el escudo de armas de la República. La bandera mercante es igual a la nacional, sin escudo.

Artículo 11. El escudo de armas de la República tendrá los mismos colores de la bandera nacional dispuestos en igual forma; llevará en el centro el Libro de los Evangelios, abierto, con una cruz encima, surgiendo ambos de entre un trofeo integrado por dos lanzas y cuatro banderas nacionales sin escudo, dispuestas a ambos lados, llevará un ramo de laurel del lado izquierdo y uno de palma del derecho; estará coronado con una cinta azul ultramar en la cual se leerá el lema: "Dios, Patria, Libertad", y, en la base, habrá otra cinta de color rojo bermellón con las palabras: "República Dominicana". La forma del escudo nacional será de un cuadrilongo, con los ángulos superiores salientes y los inferiores redondeados, el centro de cuya base terminará en punta, y estará dispuesto en forma tal que, si se traza una línea horizontal que una las dos verticales del cuadrilongo desde donde comienzan los ángulos inferiores, resulte un cuadrado perfecto. La Ley reglamentará el uso y dimensiones de la bandera y del escudo nacionales.


Artículo 12. Ninguna reforma constitucional podrá versar sobre la forma de Gobierno, que deberá ser siempre civil, republicano, democrático y representativo

lunes, 29 de septiembre de 2008

PRESENTACION DEL PROYECTO DE CONSTITUCION 1963, ENTREGA 1/5, EL PJS FORTALECIENDO SU MILITANCIA !

Señor
Presidente de la Asamblea
Revisora de la Constitución de la República
Ciudad

Señor Presidente:

Por su digno conducto, nos complace someter a la consideración de esta honorable Asamblea Revisora el anexo proyecto de Constitución de la República, dirigido esencialmente a introducir sustanciales reformas a nuestra carta básica limitada en la casi totalidad de su articulado a la reproducción de normas orgánicas tradicionales, encaminadas a la estructuración de los organismos e instituciones que componen el Estado.

Como puede apreciarse, el presente proyecto agrega a esa parte orgánica de nuestra Constitución, integrante de nuestra carta magna tradicional, un aspecto completamente desconocido entre nosotros, como lo es el relativo a los principios filosóficos y dogmáticos que constituyen la orientación cardinal en las leyes fundamentales de los pueblos más civilizados.

Tales principios se fundamentan en la solidaridad social, vale decir, en el hombre como fuente de derechos y obligaciones en el complejo mecanismo colectivo que engendra la convivencia humana y la necesidad de que el Estado de constituya en supremo guardián del bienestar colectivo y del cumplimiento de la Justicia Social.

Elaborado originalmente por el Dr. Antonio Martínez Ramírez, el presente proyecto fue sucesivamente discutido y revisado por comisiones de abogados y asambleas de delegados del Partido Revolucionario Dominicano, las cuales, después de los debates y deliberaciones consiguientes, acordaron presentar al pueblo dominicano, encarnado en esta magna Asamblea Revisora, un proyecto depurado y apto para regir una colectividad, que, como la nuestra, da sus primeros pasos en la vida democrática, anhelosa de conquistarse un sitial digno entre los pueblos progresistas.

Los fundamentos del articulado de este proyecto son los siguientes:

1. a) El Título 1 contiene principios básicos, cuyo alcance y significación no es necesario examinar. Su Artículo 1 se refiere al problema primario que confronta y ha confrontado nuestro pueblo a través de su historia y que llegó a su clímax en los últimos 32 años. Es, por lo demás, el problema individual más característico de los pueblos de América: el menosprecio y el irrespeto de la dignidad humana. Cuando los poderes públicos se dirijan y orienten, como justificación de su existencia, a garantizar y proteger el respeto a la dignidad humana, la libertad y la paz social y jurídica serán una realidad. La Constitución federal alemana recoge como fundamental el principio de la protección a la dignidad humana.

b) Con excepción del Artículo 3, relativo a la vagancia y a la mendicidad, los textos del Título 1 tienen analogía en la Constitución italiana y en la Constitución federal alemana.

2. a) La Sección 11 se refiere al régimen de trabajo. Se advierte que el Código de Trabajo nuestro, producto de la tiranía, regula el trabajo en forma más o menos teórica; pero sus disposiciones, por virtud del régimen político imperante, jamás fueron aplicadas prácticamente de modo que se estableciera un justo equilibrio entre el capital y el trabajo, y que el trabajador, como ser humano física y socialmente igual a los demás, pudiese disfrutar de una existencia libre y digna, conjuntamente con su familia.

Por disposición constitucional, ahora se hace obligatorio ese justo estado de cosas. b) Los Artículos 9 y 10 crean una situación equitativa al referirse al trabajo de las mujeres y de los menores de edad. Si el rendimiento de estos alcanza el mismo nivel que el de los hombres, la retribución o salario debe ser igual que el correspondiente al sexo masculino.

c) Siendo la nación una colectividad basada en el trabajo, su preocupación cardinal debe ser la protección y salvaguarda de todos los trabajadores. Y trabajador es todo aquel que está en aptitud de desempeñar una tarea o quien, por causas independientes de su voluntad, no disponga de medios de subsistencia, o está en la imposibilidad física de trabajar, por causa de accidente, enfermedad, invalidez, vejez y paro involuntario. El Estado tiene la obligación, por ser la encarnación de la solidaridad social, de proporcionar trabajo a los ciudadanos aptos, y de prestar asistencia y ofrecer subsistencia a las personas incapacitadas. Es el fundamento del Artículo 12.

d) De acuerdo con el Artículo 39 de la Constitución vigente, tienen derecho a iniciativa en la formación de las leyes los Senadores y Diputados, el Presidente de la República y la Suprema Corte de Justicia en asuntos judiciales.
Empero, los trabajadores, obreros y campesinos constituyen una fuerza fundamental, la fuerza medular del conglomerado dominicano, compuesto por hombres de trabajo, según la presente Constitución, por lo cual también deben tener iniciativa en la formación de las leyes, por medio de sus respectivos Sindicatos, ya que las mismas tenderían en este caso a la satisfacción de las necesidades de sectores mayoritarios y proporcionarían el bienestar colectivo.

3. a) El analfabetismo es la espina dorsal de todos nuestros males sociales y políticos. Tanto en el pasado como en el presente, han sido la ignorancia y la miseria las causas eficientes de los grandes problemas sociales que hemos padecido y, de manera especial, de la entronización de las funestas dictaduras que esporádicamente han sojuzgado las libertades públicas. Por eso, la campaña contra el analfabetismo debe tener carácter de interés público y ser impulsada por el Estado y por la intervención del propio pueblo, el cual aportará sus recursos económicos e intelectuales a una obra de la cual es el beneficiario.

b) Aunque el laicismo de la enseñanza en las escuelas públicas es una consecuencia de la libertad de conciencia y de cultos, no ha sido llevado a esta Constitución, ya que el Estado en materia de enseñanza reflejará en sus disposiciones el sentir de nuestro pueblo, sin menoscabo del control que sobre esta debe ejercer.

c) Obvio resultaría explicar el importante papel que desempeñaría una universidad obrera y campesina en nuestra República. Sus beneficios se harían sentir inmediatamente, tanto en el campo económico como en el intelectual; puesto que la creación de una institución de esa especie revolucionaría las masas obreras y campesinas, estimulándolas en el estudio y la superación y revelándoles la existencia de un inexplorado mundo de posibilidades para ambas clases, siempre olvidadas y preteridas por nuestros dirigentes políticos y hombres de Estado.

d) El magisterio no cabe duda de que es una función pública. Lo que hace el Artículo 23 del proyecto es convertir un hecho en derecho reconocido constitucionalmente. Es hora ya de que el Maestro ocupe en nuestra sociedad el sitial que debe corresponderle. Definitivamente se impone la erradicación completa de los salarios de hambre para los sembradores de la enseñanza y la cultura, retribuidos por los poderes públicos más pobremente que los soldados, y de esa tendencia malsana y sistemática de escatimarle al preceptor de la infancia y la juventud la posición que social, política y económicamente le corresponde ocupar en hecho y en derecho en el conglomerado.

e) Las disposiciones contenidas en la Sección III emanan de parentorias necesidades propias todas de nuestro medio y de una asimilación de principios similares vertidos en constituciones tan avanzadas y progresistas como las de México, Uruguay y la cubana del 1940.

4. a) "La propiedad obliga y su uso debe servir al mismo tiempo al bienestar general", expresa el Artículo 14, segunda parte, de la Constitución Federal alemana. Todas las constituciones nacidas en el presente siglo, incluso la italiana, y en América la mayoría, consagran de un modo o de otro el mismo principio. Por eso, el Artículo 24 del proyecto, al reconocer la legitimidad de la propiedad privada, fija la obligación de ponerla al servicio del progreso y el bienestar de la colectividad, es decir, de convertirla en un instrumento de bien social.

b) El Artículo 25 del proyecto se asimila al Artículo 15 de la Constitución Federal Alemana, el cual se refiere a los poderes que, en determinadas circunstancias, tienen los organismos estatales, orientados siempre por el interés público, para convertir en propiedad colectiva, en un considerado sector, la tierra y el suelo, las riquezas naturales y los medios de producción.

c) El principio sentado en el Artículo 26 del proyecto es normativo. Revela la preocupación cardinal de los poderes públicos respecto de la vivienda y la regla básica, que deberá cumplirse inexorablemente, de que cada hogar dominicano debe estar fundado sobre terreno propio, como lo establece la Constitución paraguaya.

d) Los Artículos 27 y siguientes del proyecto contienen un verdadero procedimiento, característico de una equitativa reforma agraria, tal como se ha manifestado en países tan avanzados como México y Venezuela.

5. a) La Salud del pueblo debe ser una de las preocupaciones básicas de los poderes públicos. Pero este concepto no puede expresarse con el superficial y farisaico procedimiento de procurar atención médica, medicinas para los enfermos y algún dispensario médico u hospital para curar y atender personas lesionadas. La salud del pueblo implica un concepto más vasto, más universal, más humano. El elemento cardinal del problema es la comida, la alimentación, el régimen dietético. Durante centurias, el nuestro ha sido un pueblo desnutrido, escuálido, víctima de la anemia y fácil presa de las enfermedades. Y tan lamentable condición, convertida en un verdadero mal social, ha sido contemplada durante siglos, y continúa siéndolo en los días presentes, con la más pasmosa indiferencia, casi con la más punible complicidad por las propias autoridades, por los propios poderes públicos, llamados a velar por la estabilidad y el bienestar del pueblo. Esta incuria ya no tendrá más razón para subsistir. Los Artículos 34 y siguientes erigen en obligaciones sustantivas, principios y reglas cuya rigurosa aplicación hará que el pueblo disfrute de un régimen salúbrico que comenzará básicamente por la alimentación, y se dirigirá esencialmente a obtener el perfeccionamiento físico, moral y social de todos los habitantes del territorio de la República.

6. a) En la Sección VI, bajo el epígrafe de la Economía Social, se establece la necesidad de la creación y construcción de obras cuya trascendencia e importancia para el conglomerado nacional es obvio poner de relieve.

b) Resaltan en esta Sección ciertas disposiciones extraordinarias dictadas en favor del campesino y las cuales quizás seamos los primeros en propugnar como cánones constitucionales en nuestro continente. No responden esas disposiciones a prurito de innovación, sino a una necesidad sentida en una masa campesina que, como la nuestra, ha sufrido en carne viva los despojos y las depredaciones de una inclemente tiranía y que, por esa causa, está actualmente desorientada y empobrecida. Movilizar sus recursos económicos en favor del campesino, elemento primario de nuestra economía, es no solo una obligación para el Estado, frente a un grupo social que necesita y pide ayuda, sino un deber impuesto por la necesidad de fomentar nuestra economía.

7. a) Los Artículos 45 y siguientes del proyecto encierran principios que todas las constituciones modernas consagran como la materialización de las más valiosas conquistas sociales del siglo. Deberes impuestos por la solidaridad social son: la protección al matrimonio, a la familia y a la maternidad. Así también resulta de los principios sentados por las más avanzadas constituciones europeas y americanas respecto de la obligación, a cargo de los poderes públicos, de proporcionar a los hijos ilegítimos las mismas condiciones de desarrollo físico y espiritual y de posición social que disfrutan los hijos legítimos.

b) En nuestro país existe la Ley No. 985, de fecha 31 de agosto de 1945, la cual estableció la investigación de la paternidad. No obstante, a consecuencia de una litis en la cual resultaban lesionados los intereses de una persona que la tiranía tenía tendencia a proteger, el dictador impartió órdenes de que la investigación de la paternidad solo fuera posible cuando se tratara de padres solteros. Inmediatamente fue dictada una Ley que excluyó de la investigación de la paternidad a los padres casados. Por tal motivo, el Artículo 48 del proyecto dispone que la investigación de la paternidad tendrá lugar tanto respecto de los padres solteros como de los casados.

c) Finalmente, el Artículo 54 del proyecto contiene una prohibición trascendental. Dicho Artículo prohíbe terminantemente en las certificaciones, actas de nacimiento o matrimonio toda calificación acerca de la naturaleza y carácter de la filiación. No es necesario ponderar esta disposición, que se explica por sí misma. El Artículo 54, que es análogo a un canon de la Constitución cubana del 1940, se encamina a evitar una situación enojosa, vergonzosa casi para una infinidad de seres humanos que no han elegido su filiación y que, sin embargo, reciben a diario el bofetón que les propina la sociedad al calificarlos de ilegítimos en un acta que no necesita esa condición para cumplir su objetivo. Las pruebas de su legitimidad o ilegitimidad son independientes de tan vejatoria calificación; y podrán ser establecidas por todos los medios, en caso de litigio o controversia. Pero la existencia de la calificación vejatoria solo puede tener como consecuencia práctica ostensible el sonrojo de quien la recibe injustamente, y la verguenza de un desdichado componente de la sociedad que no ha provocado la gratuita ofensa que le dirigen sus representantes.

8. a) Los derechos humanos consagrados en el Título II comprenden una serie de preceptos y disposiciones latentes en las más avanzadas Constituciones europeas y americanas. Campean en este Título las más brillantes conquistas individuales que se destacan en las constituciones alemana e italiana y en las constituciones americanas señaladas más arriba.

b) Sin embargo, oportuno es recordar que la enumeración de dichos derechos humanos no es limitativa y que, como lo expresa de manera precisa el Artículo 85 del proyecto, dichos derechos individuales "no excluyen los demás que esta Constitución establece ni otros de igual naturaleza o que sean una resultante de la soberanía del pueblo y del régimen democrático".

Como lo expresamos más arriba, la Constitución tradicional nuestra responde a la organización del mecanismo gubernamental de un país que, a través de su historia, se ha mantenido fiel a su origen jurídico y cuyas instituciones estatales cumplen su función normalmente cuando no están sometidas a una fuerza arbitraria que vulnera y anula el principio fundamental de la separación de los poderes.

Por eso, la parte orgánica de este proyecto, que comprende nuestra llamada Constitución, la cual es esencialmente la misma proclamada el 6 de noviembre de 1844, al renacer la República después de la incruenta revolución del 1? de diciembre de 1821, permanece casi intacta.

En cuanto a los aspectos modificados, valga citar el que se refiere a las Fuerzas Armadas. La modificación se encamina a sustituir la frase "La Fuerza Armada es esencialmente obediente y no tiene en ningún caso facultad para deliberar", por otra más racional, humana y ajustada a los fines que interesan al pueblo y a los propios cuerpos castrenses:
"La Fuerza Armada es esencialmente apolítica".



Santo Domingo, D. N.
28 de enero de 1963

Dr. Pedro María Solimán Bello,
Diputado por la Prov. Altagracia

Dr. Obdulio E. Ogando,
Diputado por la Prov. Elías Piña

Dr. José Manuel Alvarez,
Diputado por la Prov. de Santiago

GACETA OFICIAL

Director-Administrador: Dr. Luis Moreno Martínez
Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo

jueves, 25 de septiembre de 2008

IDEAS DEL PROFESOR JUAN BOSCH SOBRE LA POBREZA

Del esclavismo patriarcal Español, hemos recibido la concepción de que el trabajo no es para gentes de primera, esta reservado a las clases marginales de la sociedad, los sin linajes. Es la razón de que los más trabajadores, son los que más mal viven. Esa burbuja social esta presente en una sociedad, que teme vivir en la verdad. Muchos nos endeudamos y robamos los bienes públicos para competir en la gran mansión y en los lujos cambiando el JUICIO POR BRILLO. .

En su obra TRUJILLO causas de una tiranía sin ejemplo, encontramos la matriz de las frustraciones que generan las carencias materiales, la baja estima social provocadas por la división de gentes de primera y el resto con su secuela de afecciones cerebrales producto de sus carencias.

El perfil del dictador esta definido por pertenecer a la clase de segunda, negó su ascendencia Haitiana, acompañándose de las cremas y talcos para el rostro y la brillantina HALKA para domesticar su duro pelo, ese rechazo a sus orígenes, provoco frustraciones que sellaron su personalidad y su ego insatisfecho por los rechazos en los clubes de gentes de primera en la Vega, La Capital y Baní que le llevaron a eliminar estos y fundar El Club Presidente Trujillo donde el era el centro, el ombligo del país y del Caribe. Fundo el partido dominicano y su lema era, las 4 iniciales de su nombre, RLTM, rectitud, lealtad, trabajo y moralidad, presidente de las organizaciones sociales del partido y de la República, conceptos los que siempre desprecio .

El era primero en virilidad, intelectualidad, riqueza, maestro, industrial, benefactor, padre de la patria nueva, dueño de una nación de sus tierras y sus hombres, los que les escribían sus libros lo alababan por su magna intelectualidad, llegado al extremo de libar la virginidad de adolescentes y casarlas con sus subalternos, a las que tenia acceso después de matrimoniarlas. Los cimientos institucionales y de educación hostosiana fueron eliminados.

Juan Bosch, a su regreso del exilio, lleva a cabo una labor concientizadora de la sociedad del que el hombre se mide por el aporte y el trabajo que hace en la sociedad y pone en agenda ese ser social, sudoroso, mal oliente y mal vestido productor de riquezas con su trabajo, es el importante, no el de primera parasito y corruptor de la sociedad.

En el gobierno que inicia en 1963, se redacta la constituyente constitución más avanzada que conoce la sociedad dominicana, dirigida a institucionalizar, educar en la verdad y provocar su desarrollo y acabar con la pobreza extrema y humillante.

Las clases de primera no podían permitir que el trabajador recibiera parte de las riquezas que generaba y en un maridaje con los poderes fácticos y el imperialismo dieron al traste con este hermoso ensayo democrático.

Los mejores hombres de la sociedad ofrendaron sus vidas en las montañas y en ciudad nueva, para reivindicar la constitución de 1963, para mejorar las condiciones de pobreza extrema han llevado que los partidos políticos fundados por este preclaro hombre ,produzcan una cantidad de Trujillitos que se han apropiado de sus instituciones personalizándolas y multiplicando la pobreza. Retrospectivamente, encontramos que el gobierno sietemesino, derrocado hace 45 años, debe ser levantado por los mejores hijos de esta patria. La inmolación de sus mejores hijos, reivindicada el 24 de abril de 1965.

Hoy que se cumplen 45 años de su derrocamiento, reivindiquemos la constituyente de 1963, Pongamos en practica la filosofía y política de don Juan Bosch, para erradicar la pobreza, basada en el trabajo y no las dádivas, con una gran dosis de austeridad y honestidad, Honestidad esta que ha de ser la mejor herramienta para superar los altos niveles de pobreza y violencia que arropan la sociedad dominicana.

viernes, 19 de septiembre de 2008

PINCELADAS A LA CONSTITUCION DEL 1963

Entre los principios que introduce la Constitución del 63, algunos nunca antes proclamados y otros, nunca después vueltos a asumir en el texto constitucional, están:

Define como la finalidad de los poderes, públicos: Proteger la dignida humana y promover y garantizar su respeto; propender a la eliminación de obstáculos de orden económico y social que limiten la igualdad y la libertad de los dominicanos y se opongan al desarrollo de la personalidad humana y a la efectiva participación de todos en la organización política, económica y social del país; y lograr el desarrollo armónico de la sociedad dentro de los principios normativos de la ética social.

Fundamenta la existencia de la nación dominicana, principalmente, en el trabajo y lo erige en obligación ineludible para todos los dominicanos aptos. Declara la libre iniciativa económica privada, a condición de que no sea ejercida en perjuicio de la seguridad, la libertad o la dignidad humanas.

Establece como norma general, que la propiedad debe servir al progreso y bienestar del conglomerado.

Declara delitos contra el pueblo, la sustracción de fondos públicos o prevalerse de la posición dentro del Estado, para obtener ventajas económicas ilícitas. Estos delitos se extienden a los asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados. La propia Constitución establece sanciones penales por la comisión de los mismos.

La Constitución de 1963 sin lugar a dudas es la más democrática que hemos tenido en nuestra evolución constitucional y de más alto contenido social y humano.

Esta Constitución supuso una ruptura con la estructura tradicional de las constituciones anteriores.
Se introduce con el establecimiento de principios fundamentales y luego el texto se divide en una primera y segunda parte; la primera comprende un titulo sobre relaciones económicas ético-social y un segundo titulo sobre los derechos humanos. La segunda parte de la Constitución se refiere a la organización de la República Dominicana, siguiendo la organización tradicional.

Consagra la libertad de trabajo, así como el principio de que a igual trabajo corresponde igual salario, sin discriminación de sexo, edad y estado.

Consagra que el trabajo, en todas sus formas y su aplicación, estará bajo la supervigilancia y protección del Estado, siendo un deber de este, ocuparse de la formación y superación profesional de los trabajadores.


Establece el derecho y deber de los trabajadores, de colaborar con las empresas y de participar en los beneficios de las mismas.

Declara de alto interés público el establecimiento de un hogar dominicano, en terreno y mejora propios.

Conforme la Constitución del 63, solo las personas físicas dominicanas, en principio, pueden ser propietarias de tierras.

Establece el derecho de cada familia dominicana, de poseer una vivienda propia, asumiendo el Estado la obligación de proporcionarla a los que no tengan recursos económicos, quienes deberán contribuir en la medida de sus ingresos. El fundo y el hogar que sirvan de asiento a la familia, son declarados inembargables e inalienables.

Declara de interés social, la erradicación definitiva del analfabetismo Establece que el Estado proporcionara gratuitamente, a todos los habitantes, la enseñanza primaria y secundaria, así como la obligatoriedad de la enseñanza primaria.

Declara que el Estado propiciara la difusión y el auge de la enseñanza universitaria, profesional, vocacional y técnica para los obreros y campesinos.

martes, 9 de septiembre de 2008

DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA A LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

Si estudiamos las formas de organización política que ha tomado cualquiera de las sociedades de clases desde que existe registro histórico (desde las sociedades agrarias sedentarias en adelante, hace unos diez mil años), vemos que siempre es una pequeña elite la que guía los destinos del colectivo. Fuera de un mítico comunismo primitivo donde todos los miembros de la tribu eran iguales, el estudio de toda forma de organización social de la historia nos confronta con dirigentes y dirigidos. Y siempre, invariablemente, los primeros son una minoría, y los segundos una amplia mayoría.

¿Cómo ha sido posible, y sigue siéndolo, que unos pocos sojuzguen a una mayoría? Apelar a una explicación biologista con reminiscencias de Darwin donde "los más aptos" se impondrían, además de equivocada en términos conceptuales es, como mínimo, irrespetuosa (¿hay ciudadanos "mejores" y "peores" entonces?). ¿Necesidad de un conductor, de un gran padre todopoderoso? ¿Vericuetos de nuestra humana condición donde los más fuertes (los más osados, los más aprovechados) siempre se las ingenian para sojuzgar a la masa? -léase: lucha por el poder-. ¿Mediocridad de la masa? El debate está abierto, y por cierto es muy complejo.

Sin ánimos -ni posibilidades en este breve espacio- de profundizar en él, lo cierto es que podemos constatar que, al menos hasta ahora, en esta sangrienta historia de lucha de clases que ya lleva varios milenios son siempre minorías las que ejercen el poder sobre grandes mayorías, aunque resulte burdo, difícil de entender, o sumamente injusto. Apostamos, y damos nuestra lucha, para que ello cambie; pero en el medio de esa batalla es importante buscar algunas explicaciones. ¿Qué hay de la democracia, del "gobierno del pueblo"? ¿Es posible? ¿Cómo?.

En el vocabulario político actual "democracia" es, sin lugar a dudas, la palabra más utilizada. En su nombre puede hacerse cualquier cosa (invadir un país, por ejemplo, o torturar, o mentir descaradamente, o llegar a dar un golpe de Estado); es un término elástico, engañoso en cierta forma. Pero lo que menos sucede, lo que más remotamente alejado de la realidad se da como experiencia constatable, es precisamente un ejercicio democrático, es decir: un genuino y verdadero "gobierno del pueblo".

Los primeros balbuceos del socialismo construido durante el siglo XX comenzaron a equilibrar las injusticias económicas; pero en cuanto al ejercicio del poder popular la cuestión sigue siendo una asignatura pendiente. Se avanzó, sin dudas, al menos en la intención (la Revolución Cultural china, o los asambleas populares cubanas, son interesantes experiencias). Pero aún estamos lejos de poder indicar una democracia popular de base efectiva en el campo socialista. Por otro lado, con su involución hacia fines de siglo, la sobrevivencia de lo que no arrastró la marea de destrucción de todo ese campo (Cuba resistió y sigue de pie) se centró en eso: la sobrevivencia ("período especial" se dijo en la isla), y el tema de la democracia de base, del poder popular no fue el principal punto de agenda. ¿Se puede hablar hoy de poder popular en China? ¿Qué quedó de la "dictadura del proletariado" en los países de Europa del Este?.

Por supuesto que en las experiencias "democráticas" del capitalismo lo que menos está presente es una posibilidad franca de gobierno del pueblo. En absoluto, totalmente no. Desde el triunfo de las burguesías modernas sobre los regímenes feudales en Europa, o de la consolidación de las colonias americanas de Gran Bretaña como Estados Unidos de América con su empuje descomunal, la construcción del mundo moderno, de las "democracias industriales" -como suele llamárselas- no obedece más que a una lógica de dictadura de unos pocos factores de poder enmascarados como gobierno de todos. No hay dudas que fue un paso adelante en relación con el absolutismo monárquico; pero de ahí a gobierno del pueblo dista una gran distancia.

Tal como agudamente lo destacó Paul Valéry: "la política es el arte de evitar que la gente tome parte en los asuntos que le conciernen". Dicho en otros términos: los factores de poder no ceden un centímetro en su dominación, en su posición de sojuzgamiento del sojuzgado. La democracia que se construyó con la inauguración del mundo burgués moderno (donde Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña marcaron el rumbo) se asienta en la dominación de los grandes propietarios industriales disfrazando la participación popular por medio de una estructura cosmética. El pueblo gobierna sólo a través de sus representantes. Pero, ¿a quién representan los gobernantes? ¿Gobierna el pueblo?.

En la forma de Estado democrático parlamentario moderno, el surgido hacia fines del siglo XVIII, se supone que los ciudadanos eligen a sus representantes por medio del voto, y cada cierto tiempo estos gobernantes son reemplazados por otros. La sociedad, entonces, se gobernaría a partir de la decisión de las grandes masas soberanas. Pero a decir verdad los verdaderos factores de poder jamás, nunca jamás son elegidos por la población.

¿No es que los movimientos económicos los regula el mercado? Si es así, ¿quién y cómo decide los flujos de oferta y demanda, los porcentajes de desocupación que hay, la acumulación de riqueza y la multiplicación de la pobreza? Si es el mercado ¿qué decidimos con la rutina electoral de cada cierto tiempo? ¿Quién ha salido de la pobreza asistiendo puntual a los comicios? ¿Quién decide las políticas de las grandes corporaciones mundiales que fijan la marcha económica de la población planetaria? ¿Alguien votó por ello? ¿Quién decidió, a través de qué proceso de elección popular se estableció que todos tenemos que consumir Coca-Cola? ¿Hubo algún plebiscito, referéndum o proceso eleccionario para decidir las políticas comunicacionales de los grandes monopolios de la información, aquellos que moldean nuestro punto de vista día a día, minuto a minuto, los que nos imponen lo que se debe pensar y lo que no? ¿Quién eligió al G-7 como órgano rector de la marcha del mundo? ¿Se consultó a la población planetaria para formar un infame Consejo de Seguridad en el seno de la Organización de Naciones Unidas con derecho a veto formado sólo por cinco Estados? ¿Por medio de qué elecciones populares se deciden las guerras? ¿Hubo alguna consulta democrática para decidir la catástrofe medioambiental que produjo la voracidad del gran capital? ¿Algún ciudadano del mundo votó para terminar con los bosques, con la capa de ozono, para secar fuentes de agua dulce? ¿Quién eligió, y por medio de qué mecanismo, lo que tenemos que consumir para divertirnos? -léase: películas de Hollywood-. ¿Hay elecciones democráticas para elegir al Papa? (y justamente el Vaticano vivió llenándose la boca con la palabra democracia en su prédica anticomunista de décadas pasadas). ¿Quién decide quien puede tener armas nucleares y quien no: la gente con su voto? ¿Cómo participa la población planetaria en las decisiones del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, decisiones que afectan a todos? (al nacer, cada habitante del Tercer Mundo ya está debiendo 20.000 dólares a los grandes bancos del Norte, ni bien sale del vientre materno), ¿alguno de nosotros votó alguna vez por ello? ¿Alguien fuera de Europa votó a favor que los europeos de tres siglos atrás conquistaran el planeta en nombre del progreso? Y hoy, cuando millones y millones de desesperados de fuera de Europa -o de Estados Unidos, el nuevo gran imperio- intentan llegar a esas tierras de ensueño para escapar de sus infiernos de pobreza y violencia, ¿quién decide que los "ciudadanos de segunda" no son gratos en el mundo desarrollado? Los "ciudadanos de segunda" seguro que no, y son la mayoría. ¿Las mujeres fueron consultadas para establecer una cultura que las minimiza al lado de los varones? ¿Quién y cómo lo decidió? Las mujeres seguro que no. Y todos los llamados "grupos vulnerables" (minorías étnicas, discapacitados, homosexuales, seropositivos, niñez en riesgo, discriminados por el motivo que sea) ¿qué participación real tienen en el ejercicio del poder? ¿Algún negro eligió democráticamente ser pobre? ¿Alguna mujer decidió ser condenada a trabajar más que un varón y a ganar menos? ¿A quién representan los representantes del pueblo en las democracias formales? ¿Por medio de qué voto mil millones de personas eligieron no tener acceso al agua potable? ¿Quién decidió qué países componen el llamado Eje del Mal? ¿Y quién decidió que son "malvados"? ¿Quién y por medio de qué consulta popular decidió que, terminada la Segunda Guerra Mundial, los jerarcas nazis eran criminales de guerra, pero no así quienes dejaron caer dos bombas atómicas sobre población civil en Japón? ¿Qué democracia hubo en esa elección? El actual país de Panamá, que hasta fines del siglo XIX era una región de Colombia, pasó a ser país "independiente" en una decisión tomada en un cuarto de hotel por varios políticos profesionales, representantes de los grandes intereses del imperialismo estadounidense que necesitaban ese punto geoestratégico; ¿se puede decir que eso fue una elección democrática? Según la Iglesia Católica las mujeres no pueden tener relaciones sexuales prematrimoniales ni abortar; ¿se les preguntó a las mujeres alguna vez en un plebiscito a ver qué opinan ellas? Los políticos profesionales de las democracias parlamentarias, ¿representan a los pobres, a los excluidos, a las mujeres hechas a un lado, a los indigentes, a los que piden aumento de sueldo, a los desesperados de toda laya que pueblan la Tierra? ¿Por qué hay tan pocas mujeres, o indígenas, e negros en los cargos electivos de cualquier país? En la coyuntura actual, un negro como Secretario General de las Naciones Unidas ¿realmente representa los intereses de las poblaciones negras?.

Las decisiones que marcan el destino del mundo -la economía, la guerra, los modelos culturales- jamás se toman democráticamente. Luego de decididas por unos pocos -y la citada observación de Valéry es más que oportuna- se busca "evitar que la gente tome parte en los asuntos que le conciernen" pero haciendo creer que participa, que decide. Qué hipocresía, ¿verdad? En buena medida, hasta ahora eso es la política. Tal como dice Borges en el epígrafe: al menos hasta ahora, tal como la conocemos, "la democracia es una ficción estadística", un engaño bien montado por el que se hace creer que todos deciden.
Pero hay otras opciones.

La idea respecto a que "la masa es estúpida y no piensa" es, como mínimo, muy sencilla. Sin dudas, tal como se ha venido dando la organización de todas las sociedades de clases, la minoría en el poder supo manipular a las grandes masas. Pero eso no significa que la gente sea intrínsecamente tonta; y menos aún que merezca ser tratada como tonta. No hay ninguna duda -la historia y la experiencia lo enseñan- que la psicología de las masas presenta características peculiares que no pueden entenderse desde el punto de vista de lo individual. Puestos en masas, transformados en hombre-masa, todos desaparecemos como sujeto para constituirnos en un colectivo y seguir la corriente; y es cierto que, en tanto colectivo, en tanto grupo indiferenciado, no hay razonamiento crítico. Pero esto no invalida la posibilidad de reflexión, y mucho menos, no autoriza a la manipulación de la masa. ¿En nombre de qué, con qué derecho una elite puede manipular a una gran mayoría? ¿Podríamos ser tan superficiales de decir que "a la gente le gusta eso"? Más que superficial, eso escamotea la verdad -por no decir que es despreciable en términos éticos-.

Como formulación de ciencia social es restringido: la gente podrá ser tonta (ahí está Homer Simpson como su ícono), pero hay límites a la tontera. Si fuéramos tan tontos y prefiriésemos "naturalmente" nuestra condición de esclavos, seguiríamos bajo el látigo del amo esclavista. ¡Pero hay Espartacos! Por todos lados en la historia han surgido Espartacos, y siguen surgiendo. Y cada vez más las poblaciones (esas masas manipulables a las que se intenta conformar con el pan y circo -ayer gladiadores, hoy fútbol y telenovelas-), cada vez más van abriendo los ojos, despertando, exigiendo derechos, dando saltos hacia delante, aunque también sigan consumiendo los que se les ordena y pensando lo que CNN informa. Cada vez más la historia nos muestra poblaciones que se rebelan (aunque se haya dicho que "la historia terminó"). No como intelectuales iluminados (¡felizmente quizá!), pero sí como masa que se mueve con su lógica particular, la población del mundo sigue su lucha buscando mayor justicia, a su modo y con su tiempo, pero continúa, aunque al mismo tiempo también vea telenovelas y se apasione con un equipo de fútbol.

La democracia formal, la democracia representativa de los parlamentos modernos con su división de tres poderes, es claro que no es el gobierno del pueblo. Ello, pero ni remotamente. En realidad, todos saben que más allá de la declamación formal, no es ése ni siquiera un tímido intento de poder de todos, de poder popular. Puesto que si la "chusma" se pone demasiado brava, ahí están los órganos de represión siempre listos (policía, ejército); se cae de maduro que la actual democracia representativa es gobierno del pueblo… mientras nadie se lo tome en serio.

Los primeros intentos de socialismo dieron algunos pasos interesantes. Aunque quizá hoy esas experiencias sean irrepetibles en términos literales, sirve conocerlos para no repetir errores. Cuando un grupo, una vanguardia (el partido, el comité central, el estamento dirigente, etc.) o un líder carismático se pusieron al frente del proceso revolucionario reemplazando al poder popular, se esfumó la revolución. Si alguna enseñanza podemos sacar de las experiencias habidas en el siglo XX es que sin la participación real y genuina de los pueblos en el ejercicio del poder -"real y genuina", insistamos-, eso no terminó de mejorar sustancialmente las condiciones, aunque se hayan dado grandes pasos en el ámbito de las igualdades económicas.

La democracia formal es vacía, no es democracia. Es el gobierno de los grandes grupos económicos secundados por los políticos de profesión y por todo el andamiaje cultural y militar que permite seguir con la misma estructura, dándose el lujo incluso de jugar a la participación de la gente en las decisiones. Pero la gente nunca decide, jamás. La gente es consumidora (hay que atenderla bien para que siga comprando), o electorado (hay que atenderlo bien para que me sigan votando). O televidente, y ya sabemos lo que ello implica: ¿decide algún usuario de los medios masivos de comunicación, más allá de ridículos programas "participativos" (¡los reality shows!), decide algo de lo que consume? Y si ese ciudadano consumidor que vota cada tantos años protesta demasiado… es subversivo; entonces ahí están los aparatos de control. Pero jamás participa en las decisiones básicas de su vida, jamás, aunque viva en democracias formales donde nunca hay golpes de Estado.

Podría decirse -con ingenuidad o con malicia- que en algunos lugares del planeta esas democracias representativas dan resultado, pues ahí nadie pasa hambre y tiene cuotas más o menos altas de beneficios. Pero para mantener esas "democracias occidentales", el 80 % de la población mundial pasa grandes sufrimientos. O democracia para todos, o si no hay algo que no funciona. No puede haber democracia sólo para un 20 %; eso no es poder para todos, en absoluto.

Ante este estado de cosas, entonces, en necesario construir algo nuevo, algo que permita realmente el poder de la gente, de toda la gente que puebla el globo, que nos ponga en un pie de igualdad a la totalidad de la población planetaria, y que permita que todos y todas, en equidad de condiciones, decidamos sobre nuestras vidas. Y decidamos no por el puro capricho de hacernos escuchar; decidamos porque en ello va la más elemental dignidad como especie. ¿Podemos seguir admitiendo que un pequeño puñado de banqueros e industriales decida la vida de más de seis mil millones de seres humanos? ¿Acaso benefician a todos esas decisiones? Es más que obvio que no. Sólo permitiendo que todos por igual participemos en el proyecto real de la sociedad que queremos y que nos conviene, podrá haber justicia. Y podrá sobrevivir el género humano, si no nos destruye antes la degradación ambiental o la guerra termonuclear total (que nadie eligió con su voto).

Y a eso lo podemos llamar, para diferenciarla de la democracia representativa (vacía e hipócrita), democracia participativa.

¿Pero qué es eso? Podríamos decir que, en este momento, una idea, un experimento. Es permitir que el pueblo, ya no con su voto cada cierto período de tiempo sino con la participación efectiva en las decisiones político-sociales de su vida cotidiana (asambleas de base, grupos de discusión, cabildos abiertos, etc., etc.) se autodirija. Es, tal como pedía una consigna del mayo francés de 1968, permitir e impulsar "la imaginación al poder".

En la Revolución Bolivariana que está teniendo lugar en Venezuela la democracia participativa pretende ser el núcleo vivo de lo que se ha dado en llamar "socialismo del siglo XXI". ¿Un nuevo socialismo basado no tanto en la "dictadura del proletariado" -la dictadura del partido si se prefiere- sino en la real y efectiva participación popular, en el poder desde abajo, no de los "representantes" sino de los eternamente "representados" pero siempre olvidados? Quizá. Todavía el experimento está en fase de prueba. Pero vale la pena apostar por su consolidación.
La democracia representativa ya mostró sus límites (que, por cierto, son muy estrechos); es hora de ensayar esta nueva democracia participativa, quizá único camino para encontrar las soluciones de una afligida humanidad que no encuentra salidas con los chalecos de fuerza del parlamentarismo occidental.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Tacto, es la clave para ejercer el poder sin fracasar en el intento


Publicado por El Nacional
Por Rafael P. Rodríguez


El difícil equilibrio para que una medida no desborde el umbral de acontecimientos es el arte de gobernar con sabiduría.

Se pueden ensayar múltiples enfoques sobre el ejercicio de la actividad preponderante y compleja que llaman el poder.

Ninguno puede prescindir del hecho de que se trata, dadas sus limitaciones en el tiempo y en la vida humana, que es tan breve, de una ilusión.

Sin límites y sin condicionantes el poder se convierte en una monstruosidad que terminará cayendo derribada desde su pesada e inhumana desproporción.

Olvidar esas debilidades y relatividades implícitas en las relaciones de poder y en su ejercicio organizador de voluntades, astucias y contradicciones ha conllevado suficientes sobresaltos como para que no todo el mundo esté en condiciones de tenerlo entre sus manos.

Un ejemplo clásico es el de este país, en el que muy raras veces han ejercido la primera magistratura, llamada también la presidencia, personas de cuna de lujo y de la nobleza ninguna.

Aquél hombre que ostentó más que ejercer el poder con dignidad, el título de marqués de Las Carreras como un premio del que se debió haber reído el imperio español, su concesionario agradecido, murió sin sentirse patético con un título nobiliario risible y espurio.

Tener algún poder es humano. Amarlo a cualquier precio obliga a pagarlo caro.

Si el no ejercicio efectivo del poder coloca en situación de riesgo a los rezagados, el exceso de ejercicio contiene aún más riesgos a corto o largo plazos.

Ciertos textos orientales que se tienen como cuestión sagrada y se les respeta como si lo fueran aconsejan dejar fluir el poder.

Poder y Representación

Después de todo, ese poder es representación, imagen, símbolo, no la realidad en su potencialidad, en su devenir inmediato.

La gente es muy llamada por el poder, desde quien se arroga el tener un compadre en la Presidencia hasta el que le limpia los zapatos a un ministro.

El poder es cuestión animal, instinto, gregariedad. Es una ánfora llena de provisiones que van de lo tóxico a lo subliminal. Que van del engaño a la factualidad.

El poder se suele jactar de una neutralidad que nunca ha tenido, en un silencio que nunca le ha lucido, en un espíritu de fuerza que arriesga lo humano de todo lo que hace este animal lleno de dudas que los griegos llamaron zoon politikon, el animal político.

Los políticos y las políticas que no han tenido en cuenta la cuestión del sentimiento humano han probado temprano el comprensible fracaso.

Todo lo que hace el ser humano tiene un “sello”, una intención, una aspiración de categoría social.
Ocurre por vía de leyes que no son evidentes pero que suceden.

Todo acto de poder es en el fondo represivo, discriminador.

Seduce a unos, lleva temor u odio o deseo de venganza o de pugnacidad en los contrarios al acto ejecutado porque los afecta de un modo u otro.

Si como dijera algún soberano de cuyo nombre no es necesario acordarse y se repitiera en esta insularidad sufriente, el poder es para usarlo, como se trata no de una maquinaria de demoler nada sino de construir algo, ese poder goza de un correlato histórico que es preciso reconstruir cada día.

El poder es memoria también y sólo los necios olvidan que cada acción trae una réplica, cada acto deja un registro, cada movimiento un enigma posible, cada inacción una oportunidad perdida.

sábado, 6 de septiembre de 2008

ESTADOS UNIDOS SE PREPARA PARA PONER FIN A LA DINASTIA PRESIDENCIAL DEL HOMBRE BLANCO


Washington, (EFE).- Con la resaca de las convenciones republicana y demócrata todavía coleando, EEUU se adentra a partir de este fin de semana en la recta final de una campaña con resultados inciertos pero que sin lugar a dudas serán históricos.

El 4 de noviembre se interrumpirá un patrón centenario que arrancó en 1789 con el presidente inaugural, George Washington.

Desde entonces han sido siempre hombres blancos los que han ocupado la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos.

Los dos partidos dejaron claro que EEUU vive momentos históricos durante sus recientes convenciones en Denver y Minesota.

En una de ellas, la de Denver, el demócrata Barack Obama oficializó su candidatura presidencial y escribió un renglón en la historia al convertirse en el primer negro que logra tal proeza.

Obama transformará ese renglón en ríos de tinta si el 4 de noviembre es elegido primer presidente negro del país.

Semejantes aspiraciones históricas tiene la candidata vicepresidencial republicana, Sarah Palin, quien de ver cumplidas sus ambiciones políticas se convertiría en la primera mujer en lograrlo y la segunda en intentarlo.

Las candidaturas del uno y la otra muestran los avances de EEUU en la lucha por los derechos de la mujer y las minorías, cuando se cumplen 88 años del sufragio femenino y 45 del mítico discurso "I have a dream" (Tengo un sueño) del reverendo Martin Luther King.

"Sueño con que mis cuatro hijos vivan un día en un país donde no se les juzgue por el color de su piel", dijo el 28 de agosto de 1963 King en un EEUU muy distinto, en el que la posibilidad de que un negro compitiera por la Casa Blanca parecía imposible de alcanzar.

Los expertos insisten, de todas formas, en establecer diferencias en el talante histórico del próximo 4 de noviembre dependiendo de quien se haga con la victoria en las urnas.

La primera diferencia obvia es, claro está, que Obama sería presidente y Palin una número dos elegida a dedo y no en un competitivo proceso de primarias como el "presidenciable" demócrata.

Bruce Gronbeck, profesor de la Universidad de Iowa, destaca, además, que las mujeres tienen una representación mucho mayor que los negros en la sociedad estadounidense, lo que otorga un mérito adicional a la candidatura de Obama.

"Como país, tenemos muchos más problemas en el terreno racial que en temas de género", explicó a Efe Gronbeck quien precisó que "evidentemente desde el punto de vista histórico la presidencia de Obama sería mucho más importante".

Aun así, Gronbeck señala que "el que cualquiera de ellos esté en la Casa Blanca afectará positivamente a la reputación de EEUU".

Además, y aunque Palin no se caracteriza, precisamente, por su trayectoria como feminista, "el simple hecho de que llegue a la vicepresidencia avanzaría la causa de la mujer, al dejar patente que una fémina puede ocupar los puestos más altos del Gobierno".

Gretchen Ritter, directora del Departamento de Estudios de la Mujer en la Universidad de Texas en Austin, comparte esa percepción.

"Palin no ha sido una activista del liderazgo femenino o la igualdad de género, pero aun así son muchas las mujeres que se muestran entusiasmadas con la posibilidad de que una mujer rompa una barrera histórica", dijo a Efe Ritter.

La senadora Hillary Clinton, que compitió y perdió con Obama en las elecciones primarias, insistió también en esa misma idea, al decir que su campaña había hecho 18 millones de agujeros -el número de votantes que la apoyó- en el techo que ha mantenido a las mujeres alejadas de la Casa Blanca.

Las mujeres representan ya cerca del 60 por ciento del electorado estadounidense, lo que ejerce presión sobre ambos partidos para aumentar la cuota femenina en la política.

En la actualidad hay unas 80 mujeres en la Cámara de Representantes, un foro con 435 escaños, y 16 en el Senado, donde hay 100 asientos. Los afroamericanos ocupan 42 escaños en el Congreso estadounidense.

Erwin Hargrove, profesor emérito de la Universidad Vanderbilt (Tennessee) afirma, de todos modos, que no envidia el trabajo al presidente y vicepresidente/a de turno.

"Desde luego el que gane va a heredar una situación nada fácil de arreglar", dijo a Efe Hargrove. EFE

viernes, 5 de septiembre de 2008

DISCURSO DE BARACK OBAMA EN LA CONVENCION DE DENVER


DISCURSO

Al presidente Dean y a mi gran amigo Dick Durban; y a todos mis conciudadanos de esta gran nación:

Con profunda gratitud y una gran humildad, acepto vuestra nominación para la Presidencia de Estados Unidos.

Dejarme expresar mi agradecimiento a la histórica lista de candidatos que me han acompañado en este viaje, y especialmente a quien ha llegado más lejos –una campeona para los trabajadores americanos y una inspiración para mis hijas y las vuestras – Hillary Rodham Clinton. Al presidente Clinton, que anoche demostró la necesidad de cambio como sólo él puede hacerlo, a Ted Kennedy, que encarna el espíritu de sacrificio; y al próximo vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, os doy
las gracias.


Estoy agradecido de terminar este camino con uno de los más brillantes estadistas de nuestro tiempo, un hombre con el que se siente a gusto todo el mundo, desde los líderes mundiales hasta los revisores de la compañía de trenes Amtrak que todavía toma para regresar a su casa cada noche.

Al amor de mi vida, nuestra próxima primera dama, Michelle Obama, y a Sasha y Malia– os amo mucho y estoy muy orgulloso de vosotras.

Hace cuatro años, estaba delante vuestro y os conté mi historia – de la breve unión de un joven de Kenia y una joven mujer de Kansas que no les iban muy bien las cosas ni eran muy conocidos, pero que compartían la creencia de que en América, su hijo podía alcanzar lo que se propusiese en su cabeza.

Es esa promesa la que ha hecho este país destacar – que con un duro trabajo y sacrificio, cada uno de nosotros puede tratar de alcanzar nuestros sueños y también seguir siendo parte de la familia americana para asegurarnos que la siguiente generación podrá perseguir igualmente sus sueños.

Es por ello por lo que comparezco hoy esta noche. Porque durante 230 años, en cada momento en el que esa promesa estaba en peligro, hombres y mujeres corrientes – estudiantes y soldados, granjeros y profesores, enfermeras y limpiadoras- encontraron el coraje para mantenerla viva.

Nos encontramos en uno de esos decisivos momentos – el momento en el que nuestra nación está en guerra, nuestra economía atraviesa una situación confusa, y la promesa americana ha sido amenazada una vez más.
Esta noche, más americanos están sin trabajo y más trabajan por menos.

Muchos de vosotros habéis perdido vuestros hogares y muchos más veis cómo cae en picado el valor de vuestras casas. Muchos tenéis automóviles que ahora no os podéis permitir conducir, deudas de las tarjetas de crédito que no podéis pagar, gastos de matrículas inalcanzables.

Todos estos desafíos no son todos atribuibles al Gobierno. Pero el no haberles hecho frente es la consecuencia de la descomposición de la vida política en Washington y las fallidas políticas de George W. Bush. América es mejor que estos últimos 8 años. Somos mejor país que eso.

Este país es más decente que uno en el que una mujer de Ohio, a punto de jubilarse, se encuentra por una enfermedad en una catastrófica situación después de una dura vida de trabajo.

Este país es más generoso que aquel en el que un hombre de Indiana tiene que ver cómo la maquinaria con la que ha trabajado durante veinte años es embarcada hacia China y, turbado, ha de explicar cómo se siente fracasado al regresar a casa y contarle lo ocurrido a su familia.

Somos más compasivos que un Gobierno que permite que sus veteranos duerman en la calles y sus familias caigan en la pobreza; que permanece de brazos cruzados mientras delante de nuestros ojos se hunde una gran ciudad de América. Esta noche, le digo al pueblo americano, a los demócratas y a los republicanos, a los independientes de toda esta gran nación. Ya basta. Este momento –esta elección- es nuestra oportunidad para mantener viva en el siglo XXI la promesa americana.

Como la próxima semana, en Minnesota, el mismo partido que os ha traído dos mandatos de George Bush y Dick Cheney le pedirá a este país un tercero, estamos aquí ahora porque amamos este país demasiado para dejar que los próximos cuatro años se parezcan a los últimos ocho. El 4 de noviembre tenemos que levantarnos y decir: ya estamos hartos. Ahora no dejemos ninguna duda. El candidato republicano, John McCain, ha vestido el uniforme de nuestro país con valor y distinción, y por ello le debemos respeto y
gratitud.

La próxima semana, también escucharemos sobre esos momentos en los que había roto con su partido como prueba de que el puede traer el cambio que necesitamos. Pero los hechos son claros, John McCain ha votado con George Bush el noventa por ciento de las veces. Al senador McCain le gusta hablar de juicio, pero en realidad, qué os asegura a vosotros que George Bush ha estado en más del noventa por ciento de las ocasiones acertado. No sé lo que pensáis vosotros, pero yo no estoy dispuesto a asumir sólo una posibilidad de cambio en el diez por ciento.

La verdad es que en cada uno de los asuntos, en cada uno de los que afecten a vuestra vida –salud, educación y en la economía-, el senador McCain ha sido todo, menos independiente. Asegura que nuestra economía ha hecho grandes progresos bajo este presidente. Sostiene que los fundamentos de la economía son fuertes. Y cuando uno de sus principales consejeros – el hombre responsable de escribir su programa económicohablaba de la ansiedad en la que viven los americanos, dijo que estamos viviendo sólo una recesión mental y que somos, y cito textualmente, una nación de quejicas.

¿Una nación de quejicas ¿ Dígale eso a los orgullosos trabajadores de las plantas de automoción de Michigan que, después de enterarse de que iba a cerrar, todavía siguen yendo cada día a trabajar tan duro como siempre, porque saben que hay quienes cuentan con los frenos que han hecho. Dígale eso a las familias de los militares que cargan sus problemas en silencio, sobre sus hombros, mientras ven cómo sus seres queridos parten para su tercer o cuarto o quinto despliegue. Estos no son quejicas. Trabajan duro, lo entregan todo y aún siguen sin quejarse. Estos son los americanos que yo conozco.

Bien, no creo que al senador McCain no le importe qué es lo que está pasando con la vida de los americanos. Pienso que es que no lo sabe. ¿Por qué otro motivo si no podría él definir a la clase media como aquella que gana menos de cinco millones de dólares al año? ¿De qué manera si no podría proponer cientos de miles de millones en rebajas fiscales para las grandes corporaciones y compañías petroleras pero ni un solo penique de ayuda fiscal para más de cien millones de americanos? ¿Cómo si no puede él ofrecer un plan de salud que penalizará con impuestos a las personas o un plan educativo que no servirá para ayudar en nada a las familias a pagar las escuelas, o el plan para privatizar la seguridad social y jugarse vuestras pensiones”. No es porque a John McCain no le importa, es porque no lo capta.

Durante más de dos décadas ha estado abonado a esa vieja, desacreditada filosofía republicana –da más y más a los que más tienen y confía en que la prosperidad descienda a los demás. En Washington, lo llaman la sociedad de propietarios, pero lo que realmente significa es que estás sólo. ¿Te has quedado sin empleo? Mala suerte. ¿no tienes seguro de salud? El mercado lo resolverá. ¿Has nacido pobre? Arréglatelas con tu propio esfuerzo, aunque no puedas. Estás sólo.

Es hora de que paguen por sus fracasos. Es nuestro momento para cambiar América. Lo veis, los demócratas tenemos una medida diferente de lo que es el progreso en este país. Medimos el progreso por el número de personas que pueden encontrar un empleo en el que ganen lo suficiente para hacer frente a las hipotecas, que también permite un poco de dinero extra a final de mes para poder ver algún día a vuestros hijos recibir sus
diplomas universitarios. Medimos el progreso en los 23 millones de nuevos empleos que fueron creados cuando Bill Clinton era el presidente – cuando la familia media estadounidense vio subir sus ingresos hasta 7.500 dólares en vez de los 2.000 que ha caído bajo George Bush.

Nosotros medimos la fortaleza de nuestra economía no por el número de multimillonarios que tenemos o los beneficios de las empresas de la lista Fortune 500, sino si alguien con una buena idea puede tomar el riesgo y emprender un nuevo negocio, o si las camareras que viven de las propinas pueden librar un día para poder llevar al médico a su hijo enfermo sin ser despedidas – una economía que honra la dignidad del trabajo.

Las claves que empleamos para medir la fortaleza económica son si estamos cumpliendo con la promesa fundamental que ha hecho que este sea un gran país - una promesa que es la única razón por la que estoy aquí esta noche. Porque en las caras de esos veteranos jóvenes que regresan de Irak y Afganistán, veo a mi abuelo, quien se alistó después de Pearl Harbor, marchó en las filas del Ejército de Patton y fue premiado por una nación agradecida con la oportunidad de ingresar en la universidad mediante del Acta para los veteranos.

En la cara del estudiante joven que duerme sólo tres horas antes de entrar en el turno de noche, pienso en mi mamá, quien, sóla, nos crió a mi hermana y a mí mientras trabajaba y estudiaba para un título, quien una vez recurrió a la asistencia pública para la alimentación pero todavía pudo enviarnos a las mejores universidades del país con la ayuda de los préstamos para estudiantes y las becas. Cuando oigo a otro trabajador que me dice que su fábrica ha cerrado, recuerdo a todos aquellos hombres y mujeres del barrio sur de Chicago con quienes me solidaricé y por quienes luché hace dos años, después del cierre de la planta siderúrgica.

Y cuando oigo a una mujer que habla de las dificultades de abrir un negocio propio, pienso en mi abuela, quien progresó trabajando, desde el grupo de secretarias hasta ser supervisora, pese a los años en que no fue considerada para un ascenso por ser mujer. Es ella quien me enseñó lo que es el trabajo duro. Es ella quien aplazó la compra de un nuevo automóvil o un nuevo vestido para que yo pudiera tener una vida mejor. Me entregó todo lo que tenía. Y aunque ya no puede viajar, sé que está siguiéndonos esta noche y que esta es su noche también. No sé qué tipo de vidas cree John McCain que llevan los famosos, pero ésta ha sido la mía. Estos son mis héroes. Sus historias son las que me formaron. Y es en nombre de ellos que pretendo ganar estas elecciones y mantener nuestra promesa viva, como presidente de Estados Unidos.

¿Qué es esa promesa?

Es una promesa según la cual cada uno tiene la libertad para hacer de nuestras vidas lo que queramos, pero que también tenemos la obligación de tratarnos mutuamente con dignidad y respeto. Es una promesa que dice que el mercado debería premiar la ambición y la innovación y generar crecimiento, pero que las empresas deberían cumplir con sus responsabilidades en cuanto a la creación de empleos americanos, vigilar por los trabajadores americanos, y atenerse a las reglas de buena conducta.

La nuestra es una promesa que dice que el gobierno no nos puede solucionar todos los problemas, pero lo que sí debe hacer es lo que no podemos hacer por nosotros mismos, Protegernos del daño y proveer a cada niño una educación adecuada, mantener nuestra agua limpia y nuestros juguetes seguros, invertir en nuevos colegios y nuevas carreteras y nueva ciencia y tecnología.

Nuestro gobierno debe trabajar por nosotros, no contra nosotros. Debe ayudarnos, no dañarnos. Debe garantizar la oportunidad no sólo a aquellos que más dinero e influencia tienen, sino a cada americano dispuesto a trabajar. Esa es la promesa de América. La idea de que somos responsables de nosotros mismos, pero también de que nos levantaremos o caeremos juntos como una nación: la creencia fundamental de que yo soy el guardián de mi hermano: yo soy el guardián de mi hermana.
Esa es la promesa que debemos cumplir. Ese es el cambio que necesitamos ahora mismo. Por tanto, dejad que precise exactamente qué es lo que significará ese cambio si yo soy elegido Presidente. El cambio implica un código fiscal que no premie a los "lobbys" que lo redactaron, sino a los trabajadores americanos y las pequeñas empresas que lo merecen. A diferencia de John McCain, dejaré de conceder ventajas fiscales a las corporaciones que trasladen los empleos al extranjero, y comenzaré a darlas a las empresas que creen buenos puestos de trabajo aquí mismo en América. Eliminaré los impuestos sobre ganancias para los pequeños negocios y empresas recién establecidas que van a crear los empleos bien remunerados y de alta tecnología del mañana.

Rebajaré los impuestos - los voy a rebajar - para el 95% de todas las familias que trabajan, porque en una economía como la nuestra lo último que se debe hacer es aumentar los impuestos para la clase media. Y, por el bien de nuestra economía, nuestra seguridad y el futuro de nuestro planeta, estableceré una meta clara como Presidente: en un plazo de diez años, pondremos fin a nuestra dependencia respecto al petróleo de Oriente Medio.

Washington lleva 30 años hablando de nuestra adicción al petróleo, y John McCain lleva 26 de esos años allí. En este tiempo, él ha dicho "no" a las exigencias de mayor eficiencia energética de los automóviles, "no" a las inversiones en energía de fuentes renovables, "no" a los combustibles renovables. Y hoy, importamos el triple de petróleo que el día que el senador McCain asumió el cargo. Ahora es el momento de poner fin a la adicción, y de comprender que sacar petróleo de los pozos es una medida para salir del paso, no una solución a largo plazo. Ni remotamente.

Como presidente, aprovecharé nuestros recursos de gas natural, invertiré en tecnología del carbón limpia, y encontraré la manera de aprovechar con seguridad la energía nuclear. Ayudaré a nuestras empresas del automóvil a readaptarse, para que los automóviles de bajo consumo del futuro se construyan aquí mismo en América. Voy a facilitar que los americanos tengan suficientes recursos para comprar esos autos nuevos. Y voy a invertir 150.000 millones de dólares en la próxima década en fuentes renovables de energía que podamos costear - energía eólica, y energía solar y la próxima generación de biocombustibles; una inversión que desembocará en nuevas industrias y cinco millones de empleos que paguen bien y que nunca puedan ser
externalizados.

América, ahora no es el momento de pequeños proyectos. Ahora, es el momento de cumplir por fin nuestra obligación moral a facilitar a cada niño una educación de primera clase, porque es lo mínimo para poder competir en la economía global. Michelle y yo estamos aquí esta noche sólo porque nos dieron la oportunidad de una educación. Y no voy a conformarme con una América donde algunos niños no tienen esa oportunidad. Voy a invertir en la educación de los más pequeños. Voy a reclutar a un ejército de nuevos maestros, les pagaré salarios más altos y les daré un mayor apoyo. Y, a cambio, voy a pedir un listón más alto y que se rindan cuentas. Y mantendremos nuestra promesa hecha a cada uno de los jóvenes americanos - si tú te comprometes con tu comunidad o con tu país, garantizamos que podrás pagar una enseñanza superior. Ahora es el momento de cumplir, por fin, la promesa de un acceso a preciosrazonables a cuidados sanitarios para todos y cada uno de los americanos. Si ya tenéis acceso a la Sanidad, mi proyecto supondrá el desembolso de primas más pequeñas. Si no lo tenéis, vais a poder disfrutar de la misma cobertura que los miembros del Congreso se conceden a si mismos.

Yo mismo vi cómo mi madre discutía con las empresas de seguros desde la cama donde moría de cáncer y voy a asegurarme de que esas mismas empresas dejen de discriminar a los que están enfermos, los que más necesitan atención sanitaria. Ahora es el momento de ayudar a las familias con bajas pagadas por enfermedad y mejores permisos por asuntos familiares, porque nadie en América debería tener que elegir entre salvar su empleo y cuidar a su niño o a su progenitor enfermo.

Ahora es el momento de cambiar nuestras leyes sobre quiebras para que vuestras pensiones estén protegidas por encima de las primas de los ejecutivos; y es la hora de salvaguardar la Seguridad Social para generaciones futuras. Y ahora es el momento de cumplir la promesa del mismo salario por el mismo trabajo, porque yo quiero que mis hijas tengan exactamente las mismas oportunidades que vuestros hijos. Ahora, muchos de esos proyectos van a costar dinero, y es por eso que he explicado de dónde va a proceder cada céntimo – cerrando los resquicios corporativos y los paraísos fiscales que no ayudan a América crecer. Pero también voy a analizar el presupuesto federal, línea por línea, eliminando los programas que no dan resultados, y mejorando y reduciendo costes en los que sí necesitamos – porque no podemos afrontar los desafíos del siglo 21 con una burocracia del siglo 20. Los Demócratas también debemos reconocer que realizar la promesa de América va a necesitar más que dinero. Requiere un sentido renovado de la responsabilidad por parte de cada uno de nosotros, para recuperar lo que John F. Kennedy denominó nuestra “fortaleza moral e intelectual”. Sí, el Gobierno debe dar ejemplo en la dependencia energética, pero cada uno de nosotros debe ayudar a hacer nuestros hogares y negocios más eficientes. Sí, debemos ayudar a salir de su situación a los jóvenes que caen en la delincuencia y la desesperación. Pero debemos reconocer que los programas por sí solos no pueden sustituir a los padres: que el Gobierno no puede apagar el televisor para que una niña haga sus deberes: que los padres deben asumir una mayor responsabilidad a la hora de dar el amor y la orientación que sus hijos necesitan.

La responsabilidad individual y la responsabilidad mutua: esa es la esencia de la promesa de América. Y de la misma forma que nosotros cumplimos nuestra promesa a la próxima generación aquí en casa, también debemos cumplir la promesa de América en el exterior. Si John McCain quiere protagonizar un debate sobre quién tiene el mejor temperamento, y juicio, para servir como el próximo Comandante en Jefe, ese es un debate en el que yo estoy dispuesto a entrar. Porque mientras el senador McCain dirigía la vista hacia Irak en los días justo después del 11-S, yo me levanté para oponerme a esta guerra, sabiendo que nos iba a distraer de las auténticas amenazas que afrontamos. Cuando John McCain dijo que podríamos “arreglárnoslas” en Afganistán, yo hablé a favor de recursos y tropas adicionales para terminar la lucha contra los terroristas que realmente nos atacaron el 11 S, y dejé claro que debemos eliminar a Osama bin Laden y sus lugartenientes si se ponen a tiro. A John McCain le gusta decir que perseguirá a Bin Laden hasta las puertas del Infierno – pero ni siquiera se acercará a la cueva dónde vive. Y todavía hoy, cuando mi llamamiento a establecer un marco temporal para retirar nuestras tropas de Irak ha encontrado el eco del Gobierno iraquí e incluso la administración Bush, incluso después de saber que Irak tiene un superávit de 79.000 millones de dólares mientras nosotros nos ahogamos en déficits, John McCain se queda solo en su negativa obstinada a poner fin a una guerra equivocada. Ese no es el “juicio” que necesitamos. Eso no nos mantendrá seguros. Necesitamos a un presidente que sepa afrontar las amenazas del futuro, no aferrarse a las ideas del pasado. No se derrota a una red terrorista que opera en 80 países al ocupar a Irak. No se protege a Israel y se detiene a Irán simplemente con un discurso duro desde Washington. No se puede realmente dar la cara por Georgia cuando se ha puesto en entredicho a nuestras alianzas con más solera. Si John McCain quiere seguir a George Bush con más discurso duro y estrategia equivocada, es su opción – pero no es el cambio que necesitamos.

Somos el partido de Roosevelt. Somos el partido de Kennedy. Así que, no me digan que los Demócratas no defenderemos a este país. No me digan que los Demócratas no nos mantendremos seguros. La política exterior Bush-McCain ha malgastado el patrimonio que generaciones de estadounidenses –Demócratas y Republicanos- han construido, y estamos aquí para restaurar ese patrimonio. Como Comandante en jefe, nunca dudaré en defender a esta nación, pero no enviaré a nuestras tropas para enfrentarse al peligro sin una misión clara y un compromiso sagrado para aportarles los materiales que necesitan en la batalla y la asistencia y ayudas que se merecen cuando vuelvan a casa.

Pondré fin a esta guerra en Irak de forma responsable, y terminaré la lucha contra Al Qaeda y los Talibán en Afganistán. Reconstruiré nuestras fuerzas armadas para hacer frente a futuros conflictos. Pero también reanudaré la diplomacia dura y directa que puede impedir que Irán obtenga armas nucleares y frenar la agresión rusa. Construiré nuestras alianzas para vencer a las amenazas del siglo XXI: el terrorismo y la proliferación nuclear, la pobreza y el genocidio, el cambio climático y la enfermedad. Y restableceré nuestro nivel moral, para que América una vez más sea esta última, mejor esperanza para todos los que acuden a la causa de la libertad, que están deseando vivir en paz y que anhelan un futuro mejor. Éstas son las políticas que voy a desarrollar. Y en las semanas venideras, quiero debatirlas con John McCain.

Pero lo que no voy a insinuar es que el Senador adopta sus posturas con fines políticos. Porque una de las cosas que tenemos que cambiar en nuestra vida política es la idea de que la gente no puede discrepar sin poner en duda la ética y el patriotismo del otro. Los tiempos son demasiado graves, está demasiado en juego para seguir este mismo guión político. Así que pongámonos de acuerdo en que el patriotismo no tiene partido. Yo amo a este país, y John McCain también lo ama. Los hombres y las mujeres que prestan servicio en nuestros campos de batalla pueden ser Demócratas y Republicanos e independientes, pero han luchado y derramado sangre juntos y algunos han muerto juntos bajo la misma orgullosa bandera. No han prestado servicio a una América roja o a una América azul – han prestado servicio a los Estados Unidos de América. Así que, tengo una noticia para usted, John McCain. Todos damos la prioridad a nuestro país.

América, nuestra tarea no será fácil. Los desafíos a que nos enfrentamos exigen hacer elecciones difíciles, y tanto Demócratas como Republicanos tendrán que deshacerse de las desgastadas ideas y políticas del pasado. Una parte de que lo que se ha perdido en estos últimos ocho años no se puede medir en sueldos perdidos o mayores déficits comerciales . Lo que se ha perdido en esos últimos ochos años es nuestro sentido de una misión común –nuestro sentido de una misión superior. Y eso es lo que tenemos que restablecer. Puede que no estamos de acuerdo sobre el aborto, pero seguramente podemos ponernos de acuerdo sobre la reducción de los embarazos no deseados en este país. La realidad de la tenencia de armas puede ser diferente para cazadores de las zonas rurales de Ohio que para aquellos castigados por la violencia de bandas en Cleveland, pero no me digan que no podemos defender la Segunda Enmienda mientras mantengamos los AK-47 fuera de las manos de delincuentes. Sé que hay discrepancias sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero seguramente podemos estar de acuerdo en que nuestros hermanos y hermanas gays y lesbianas se merecen poder visitar a sus seres queridos en el hospital y llevar vidas libres de la discriminación. Los ánimos están enardecidos en cuanto a la inmigración, pero no sé a quien le beneficia cuando se separa a una madre de su hijo en la infancia o un empleador socava los sueldos estadounidenses al contratar a trabajadores ilegales. Esto también forma parte de la promesa de América – la promesa de una democracia donde podemos encontrar la fuerza y la elegancia para superar las divisiones y unirnos en un esfuerzo común.

Sé que hay quienes desprecian tales convicciones como meras palabras bonitas. Ellos afirman que nuestra insistencia en algo mayor, algo más firme y sincero en nuestra vida pública supone simplemente un caballo de Troya para impuestos más altos y el abandono de los valores tradicionales. Y eso es de esperar. Porque si careces de ideas frescas, entonces empleas tácticas pasadas para espantar a los votantes. Si no tienes historial para sostener tu candidatura, entonces presentas a tu contrincante como alguien del cual la gente debería huir.

Haces una gran elección de cosas pequeñas. Y ¿saben una cosa? – ha servido en el pasado. Porque se alimenta del escepticismo que todos tenemos con respecto al gobierno. Cuando Washington no funciona, todas sus promesas parecen huecas. Si tus esperanzas has sido frustradas una y otra vez, lo mejor es dejar de esperar, y conformarse con lo ya conocido. Lo capto. Reconozco que no soy el candidato más convencional para este cargo. No encajo en el pedigrí típico, y no he pasado mi vida profesional en los pasillos de Washington.

Comparezco ante vosotros esta noche porque a lo largo y ancho de Estados Unidos algo comienza a moverse. Lo que no entienden los escépticos es que estas elecciones nunca han sido sobre mí. Han sido sobre vosotros. Durante 18 largos meses vosotros habéis dado la cara, uno por uno, y habéis dicho basta a las políticas del pasado. Vosotros entendéis que en estas elecciones el mayor riesgo que podemos correr es intentarlo con las mismas viejas políticas, con los mismos viejos protagonistas y esperar una resultado diferente. Vosotros habéis demostrado lo que nos enseña la Historia – que en un momento determinante, como éste, el cambio que necesitamos no procede de Washington. El cambio llega hasta Washington.

El cambio ocurre porque el pueblo estadounidense lo exige – porque se levanta y reivindica ideas nuevas, liderazgo nuevo, y una vida política nueva para tiempos nuevos.

América, éste es uno de esos momentos. Creo que, por muy difícil que sea, el cambio que necesitamos se nos acerca. Porque lo he visto. Porque lo he vivido. Lo he visto en Illinois, cuando aportamos asistencia sanitaria a más niños y pasamos a más familias desde ayudas sociales hasta empleo. Lo he visto en Washington, donde trabajamos, superando las divisiones partidistas, para hacer más transparente el gobierno y pedir responsabilidades a los “lobbys”, dar mejor asistencia a nuestros veteranos y mantener las armas nucleares fuera de las manos de los terroristas. Y lo he visto en esta campaña. En los jóvenes que votaron por primera vez y en aquellos que volvieron a participar después de mucho, mucho tiempo. En los Republicanos que pensaban que nunca recogerían una papeleta Demócrata, pero sí lo hicieron. Lo he visto en los trabajadores que preferirían recortar su semana laboral en una jornada a que sus amigos perdiesen el puesto de trabajo, en los soldados que vuelven a enrolarse después de haber perdido una extremidad, en los buenos vecinos que acogen a un desconocido cuando golpea un huracán y llegan las inundaciones.

Este país nuestro tiene más riqueza que cualquier nación, pero no es eso que nos hace ricos. Tenemos las fuerzas armadas más poderosas de la Tierra, pero no es eso lo que nos hace fuertes. Nuestras universidades y cultura son la envidia del mundo, pero no es eso lo que hace que el mundo siga llegando a nuestras costas. En vez de todo eso, es el espíritu americano – esa promesa americana- que nos impulsa adelante aun cuando el camino es indefinido, que nos une pese a nuestras diferencias, que nos hace fijarnos no en lo que se ve, sino en lo no visto, ese lugar mejor a la vuelta de la esquina.

Esa promesa es nuestra mejor herencia. Es una promesa que hago a mis hijas cuando las acuesto por la noche, y una promesa que vosotros hacéis a los vuestro -una promesa que ha motivado a los inmigrantes a cruzar océanos, a los pioneros a viajar al oeste; una promesa que llevó a los trabajadores hasta los piquetes y a las mujeres a aspirar al sufragio.

Y es esa promesa que hace hoy 45 años atrajo a estadounidenses desde cada rincón de esta tierra a reunirse en una explanada en Washington, ante el monumento a Jefferson, para escuchar a un joven predicador de Georgia hablar de su sueño. Los hombres y las mujeres que se concentraron allí pudieran haber escuchado muchas cosas. Podrían haber escuchado palabras de ira y discordia. Pudieran haber sido empujados a rendirse ante el miedo y la frustración de tantos sueños demorados. Pero lo que escucharon, en vez de eso, las personas de todas las confesiones y todos los colores, de todas las condiciones – es que en América nuestros destinos están inextricablemente unidos. Que, juntos, nuestros sueños pueden ser uno. “No podemos andar solos”, dijo el predicador. “Y mientras andamos, tenemos que jurar que siempre marcharemos hacia delante. No podemos volver atrás”.

América, no podemos volver atrás. No cuando hay tanto trabajo por hacer. No con tantos niños por educar y tantos veteranos por cuidar. No con una economía por arreglar y ciudades por reconstruir y granjas por salvar. No con tantas familias por proteger y tantas vidas por reparar. América, no podemos volver atrás. No podemos andar solos.
En este momento, en estas elecciones, tenemos que prometer una vez más marchar hacia el futuro. Que cumplamos con esa promesa –esa promesa americana- y en las palabras de la Biblia agarrarnos firmemente, sin flaquear, a la esperanza que profesamos.

Gracias. Que Dios os bendiga y que Dios bendiga los Estados Unidos de América.



Traducción de la agencia Efe del texto del discurso en la página web oficial del candidato demócrata Barack Obama

jueves, 4 de septiembre de 2008

POR UNA NACION DECENTE



Por Dr. Serafín Contreras Galeano

.- Por considerarlo de interes el partido Justicia Social de la Rep. Dom. publica este articulo


“Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma”. Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense.

Terminó, pues, Salomón la casa del Señor, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Dios, y en su propia casa, fue prosperado….. Entonces apareció El Señor á a Salomón de noche y le dijo: “Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar como Casa de sacrificio”.

Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, y si mando a la langosta que consuma la tierra, o si envío pestilencia a mi pueblo; “si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”.

Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar;— pues ahora he elegido y santificado esta Casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre. 2 Crónicas 7:11-15

2 Crónicas 7:14 nos confronta cuando vemos las noticias.


¿CÓMO SE SANA UNA NACIÓN?


“Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual”.Martín Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.

UNA NACIÓN SE SANA CUANDO NOS HUMILLAMOS.

“Si se humillare mi pueblo”.

¿Qué es humillarse?

Es poner a un lado la apariencia, quitarnos las máscaras, despojarnos de nuestra experiencia, romper nuestros proyectos humanos y lanzarnos a los brazos del padre.

“ Si nosotros fuéramos realmente humildes, conoceríamos realmente lo mentirosos que somos”. Thomas Merton.

“ Señor enséñame a humillarme ante ti de tal manera que pueda entender lo mentiroso que soy y el fraude que vivo”.

“Humillación es real desespero. Desespero de mi mismo para que yo pueda esperar enteramente en ti”. Thomas Merton.

AUTOSUFICIENCIA es el elemento que nos aleja de la dependencia absoluta de Dios. Indiferencia nos hunde en el pozo de la indolencia e insensibilidad es la piel dormida del alma para poder captar lo sublime, tierno e inmensurable de la riqueza divina puesta a disposición de los pueblos quebrantados.

Cuantas veces mientras nuestra nación se deteriora moral, espiritual, política y familiarmente nosotros parecemos dormidos en el lecho de la desesperanza, pero cuando despierto en medio de la humillación de mi propia vanidad, la oración me conecta con el trono de la gracia para ver el despertar de mi espíritu y de mi pueblo.

“Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios”
Arnold J. Toynbee (1889-1975) Historiador inglés.

UNA NACIÓN SE SANA CUANDO ORAMOS.

“ y oran”

• Orar porque es la única opción que tenemos.
• Orar porque Jesús mismo lo demostró en todo su ministerio.

“No importa que nivel de madurez espiritual hayamos alcanzado, necesitamos renovar nuestras apariencias, necesitamos frescas manifestaciones y nuevas visitaciones del cielo. Necesitamos que las ventanas de los cielos se abran una y otra vez sobre nuestras cabezas. Necesitamos que el Espíritu Santo nos de otra vez un Pentecostés.” Charles Spurgeon.

“ Sin mi nada podéis hacer” Jesús de Nazaret.-
La oración, la intercesión y el quebranto son las herramientas divinas para ver cambios sustanciales en nuestra nación. ¿Cuándo fue la última vez que invertimos unas cuantas horas en la noche o en la mañana para interceder por nuestra nación?. Dios le dijo a Salomón: ¡Si mi pueblo se humilla y ora!. Dos primeros elementos vitales en el sendero de la recuperación de nuestra nación y esos dos elementos comienzan en mi y en ti.

UNA NACIÓN SE SANA CUANDO BUSCAMOS EL ROSTRO.



“ Y buscaren mi rostro”.

¿Qué es buscar su rostro? No es lo mismo que orar?.

No, No es lo mismo. Usted y yo podemos orar sin buscar el rostro de Dios. Buscar el rostro de Dios es un grado más de profundidad en la comunión con el Padre.

Uno puede orar sin buscar su rostro. Así como usted puede hablar con alguien sin mirar su rostro. Para poder mirar el rostro de alguien uno tiene que sentirse libre de culpa. Mirar el rostro es estar dispuesto a ser confrontado. Y es ahí donde muchas veces huimos fácilmente escondiéndonos aún en la misma oración para no ser confrontados por el Dios Eterno.

No puede prevalecer el rostro humano ante el rostro divino. Uno tiene que rendirse.

Como Isaías lo hizo:

“Vi yo al Señor sentado sobre su trono alto y sublime y sus faldas llenaban el templo…. Entonces dije: ¡Ay de mi! Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundo, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” Isaías 6: 1,5.

Pedro ocultó su rostro ante Jesús. Sintió la confrontación del Maestro:

“Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador”. Luc 5:8

Gedeón exclamó un grito de muerte:

Y viendo Gedeón que era el ángel del Señor, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto el ángel de Jehová cara a cara. Jueces 6:22

Abraham escondió su rostro muriendo así a sus planes y su identidad cambió. Y siendo Abraham de edad de noventa y nueve años, se le apareció El Señor y le dijo:

Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mi, y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mi y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abraham cayó sobre su rostro y Dios habló con él diciendo: He aquí mi pacto contigo, serás padre de muchedumbres y no se llamará más tu nombre Abraham, sino que será tu nombre Abraham porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”. Gen 17:3-5

Jacob fue marcado por el rostro de Dios.

Y llamó Jacob el nombre de aquel Lugar Peniel: Porque vi a Dios cara a cara y fue librada mi alma. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera”. Gen 32:30,31

Moisés ocultó su rostro para morir a su vida sin propósito.

Y dijo: No te acerques acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu Padre, Dios de Abraham, Dios Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Éxodo 3:5,6.

Elías no pudo mantener su rostro mientras huía.

Y cuando lo oí Elías, cubrió su rostro con su mano, y salió, y se pudo a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz diciendo: Qué haces aquí Elías? I Rey 19:13.

Ahora podemos ver la razón por la cuál en 2 Crónicas 7, Dios habla primero de humillarse, luego habla de orar y nos sube a un tercer escalón al hablarnos de buscar su rostro.


Por eso el rey David dijo:

Escudríñame Oh Dios y ve si hay en mí camino de perversidad.

Nuestra nación comienza a sanarse cuando nosotros mismos, quienes conocemos a Dios personalmente no evadimos la confrontación divina luego de humillarnos y orar. En nuestras manos cae tremenda responsabilidad.



UNA NACIÓN SE SANA CUANDO NOS CONVERTIMOS DE NUESTROS MALOS CAMINOS.



“Y se convirtieren de sus malos caminos”

Regularmente cuando leemos esta parte del pasaje, respiramos profundamente y decimos… ¡Bueno… gracias a Dios ya estamos convertidos. Ya no andamos en malos caminos de licor, vicios y maldades!. La verdad es que en este pasaje Dios acá le habla a su pueblo. Todavía hay malos caminos en medio nuestro. Por eso buscar el rostro de Dios habla de confrontación y cuando Dios mismo nos confronta el único camino que nos queda por delante es la conversión. Conversión es dar la media vuelta y quedar con el rostro hacía donde estaba la espalda.

Cambio de espíritu, caminos, mentalidad y conducta.

• Los Cristianos determinamos el estado del pueblo de Dios y de la nación.
• Somos la sal de la tierra. Somos la luz en medio de la oscuridad.
• ¿De cuales males caminos tenemos que convertirnos?

CONVERSIÓN DE LAS SEIS “A” DEL LIDERAZGO.

• ARROGANCIA. Orgullo, vanidad, Indiferencia. Insensibilidad y orgullo religioso.

AUSENTISMO. Ausentismo de las personas, los lugares y las posiciones, deberíamos estar para hacer la diferencia. Damos la espalda para ver el deterioro que nos rodea y al dar la espalda a la realidad de nuestro pueblo, le damos la espalda a Dios, porque Dios está en el y con el pueblo.

AUTOSUFICIENCIA. Creemos que podemos salir solos adelante aunque el ambiente alrededor se deteriora. Creemos que sin orar por nuestra nación, nosotros mismos podemos escapar de el torbellino que se cierne sobre todos nosotros.

ANEDONIA. Perdida del placer en las cosas naturales de la vida. Y al perder el placer en la forma sana, nos hemos vueltos adictos para poder sentir mayor placer pero la verdad es que no disfrutamos de nada porque nos hemos esclavizado a la comida, los vicios, la Televisión, el trabajo. Nos hemos conectado adictamente a los aparatos y nos hemos desconectado de Dios, la familia, los amigos y nuestro pueblo.

ADULTERIO. (Pornografía, Adicciones sexuales, Pecado oculto). El sexo se ha convertido en nuestro dios. Los hogares aún de los creyentes se han resquebrajado y no sentimos el dolor del arrepentimiento.

AMARGURA. Resentimientos sin resolver. Perdida de perdón. Lamentamos el ayer y no disfrutamos del presente mientras enturbiamos las aguas del futuro. De todo eso tenemos que convertirnos. Hemos divido los pecados en pecados elegantes y pecados de bajo calibre, cuando pecado es pecado delante de Dios. Nuestros pecados que nos dominan son los mismos pecados que han hundido a nuestra nación pero en mayor escala. Es por eso que Dios nos confronta y nos pide conversión.

¿Cuáles son las promesas de Dios si nos humillamos, oramos, buscamos su rostro y nos convertimos?

“Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma”. Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo Estadounidense.



RESULTADOS DE ESTAS CUATRO ACCIONES NUESTRAS:



1.- DIOS OIRA. “ entonces yo oiré desde los cielos”. Dios promete oírnos. No hay ninguna duda que Dios abre su oído a la oración de sus hijos.

¿Acaso no oirá el que nos puso las orejas, ni podrá ver el que nos formó los ojos? Salmo 94:9

La seguridad de ser escuchados por Dios mismo es la más grande seguridad que los humanos tenemos. “Oración es el contacto entre la tierra doliente y el Dios de toda esperanza”.

2.- DIOS PERDONARÁ. “Y perdonaré sus pecados”.

Por tu gran amor, te suplico que perdones la maldad de este pueblo, tal como lo has venido perdonando desde que salió de Egipto. El Señor le respondió:—Me pides que los perdone, y los perdono. Números 14:19,20 .

Increíble seguridad de perdón, El Padre Eterno nos revela. Dios nunca da la espalda a quién con sencillez de niño pide perdón.

Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados. Salmo 32:1


Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Salmo 32:5

Y ahora llegamos a la medula de todo este proceso divino hacia la nación.

3.- DIOS SANARÁ LA NACIÓN. “ y sanaré su tierra”

“Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Alza los ojos, mira a tu alrededor: todos se reúnen y acuden a ti. Tus hijos llegan desde lejos; a tus hijas las traen en brazos. Verás esto y te pondrás radiante de alegría; vibrará tu corazón y se henchirá de gozo; porque te traerán los tesoros del mar, y te llegarán las riquezas de las naciones. Te llenarás con caravanas de camellos, con dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán todos los de Sabá, cargando oro e incienso y proclamando las alabanzas del Señor.

Tus puertas estarán siempre abiertas, ni de día ni de noche se cerrarán; a ti serán traídas las riquezas de las naciones; ante ti desfilarán sus derrotados reyes. La nación o el reino que no te sirva, perecerá; quedarán arruinados por completo.

Aunque fuiste abandonada y aborrecida, y nadie transitaba por tus calles, haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas las generaciones. Te alimentarás con la leche de las naciones, con la riqueza de los reyes serás amamantada. Sabrás entonces que yo, el Señor, soy tu Salvador; que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu Redentor.
En vez de bronce te traeré oro; en lugar de hierro, plata. En vez de madera te traeré bronce, y en lugar de piedras, hierro. Haré que la paz te gobierne, y que la justicia te rija. Ya no se sabrá de violencia en tu tierra, ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”. Isaías 60.

4.- LOS OJOS, LOS OIDOS Y EL CORAZÓN DE DIOS ESTARÁ CON NOSOTROS CONTINUAMENTE.

Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar; pues ahora he elegido y santificado esta Casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.

El Señor su Dios es quien la cuida; los ojos del Señor su Dios están sobre ella todo el año, de principio a fin. Deuteronomio 11:12.

Caminemos hacia esa conversión genuina, primero de nosotros mismos y luego de nuestra nación.




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