domingo, 8 de septiembre de 2013



                            TRILOGÍA QUISQUEYANA

La Divina Trinidad de Dios Todopoderoso, pasa revista a las acciones de los pueblos de La Tierra, para de conformidad a sus hechos trazar el destino de cada país. Al examinar las naciones de América, de manera especial la República Dominicana, observa que todo marcha por senderos de paz y desarrollo, aunque con males ancestrales. Pero, hasta en la gloria hay que resolver problemas, pues muchos reclaman derechos y posiciones sin tener méritos. Manifiestan que hicieron grandes obras a favor del reino celestial y a duras penas, agarrados de muchas dispensaciones pueden llegar a la Nueva Jesuralén. Luego quieren ostentar preciosas diademas y un lugar de principalía ante el Santo Trono del Dios Viviente, lo que resulta injusto y puede profanar el palacio de los cielos.
Cuando en el reino celestial se hacen ponderaciones trascendentes, como la consignada en el Libro de Génesis, capítulo 1, versículo 26, siempre se produce el magnánimo concierto de voluntades de la Divina Trinidad de Dios, porque es una entidad espiritual suprema de carácter eminentemente democrático. Consulta todo lo que va a hacer, no por falta de conocimiento, pues es omnisapiente, sino por su espíritu de amor y gran liderazgo.
Deciden escuchar el dictamen de varias almas de políticos dominicanos y ordenan que sean despertadas las ánimas de Joaquín Balaguer, Juan Bosch y Peña Gómez; asimismo, les mandan usar cuerpos incorruptibles. Al instante se ejecutó la disposición.
Bosch y Peña Gómez, plácidos caminan por el sendero de la gloria y analizan el devenir de la nación dominicana. Entre tanto, el líder histórico del partido reformista llegó presuroso, agitado y sudoroso, tras prolijo recorrido, dejó una larga estela.
El Profesor Bosch en forma apacible le pregunta al líder reformista: __ ¿De dónde viene tan apresurado y con incontinencia en las glándulas sudoríparas, Dr. Balaguer?__. El interpelado se está acotejando, antes de contestar, ya que la forma conlleva a la esencia de las cosas, entonces adujo: __Respondiendo a esa inquisición, permíteme decirte Juan, que advengo de un baño sauna, algo distante; y ese rápido desplazamiento muscular del cual son testigos oculares, es para fortalecer cuerpo y  alma; pues aquí, la vida es muy larga y a los humanos está prohibido gobernar este reino; mientras tanto, debo entretenerme en algo.
Peña Gómez, en forma incrédula escuchó las adornadas palabras del Doctor Balaguer y olvidó saludarlo, porque hizo un absolvente ejercicio mental, para interpretar cada una de las ideas externadas por Elito; la celeridad al andar y el olor, no lo convencen de que viniese de un baño de vapor; duda de la sinceridad de su respuesta. El líder eterno del P.R.D., volvió en sí, cuando el dilatado inquilino del palacio presidencial, le dijo: __Doctor Peña Gómez y por qué no hay reciprocidad en la salutación, me dirigí afectuosamente a ambos__.  Una sonrisa inmensa afloró a los labios de José Francisco, al momento le concede un fuerte abrazo y balbuceó algunas palabras casi imperceptibles a sus oídos,  que motivaron una diplomática carcajada a su interlocutor, enseguida manifestó: __Doctor Balaguer, discúlpeme, no quise interrumpir al Profesor Bosch, mientras formulaba esa pregunta;  tampoco romper el hilo de la continuidad de su respuesta.
El Profesor Juan Bosch, concluido los saludos, retomó la conversación, preguntándole al Doctor Balaguer, sobre el futuro de la República Dominicana. Elito hizo su ponderación y sustentó: __Al entregar la presidencia del país, en el año 1996, traté por todos los medios de que reinara la paz y el progreso en la nación; creo en la democracia y la alternabilidad en el poder; pero, no siempre hay personas preparadas y con buenas intenciones para dirigir el destino de nuestro pueblo. Es pues, la política una ciencia social destinada a conjurar los males de un conglomerado humano, elevando la calidad material y espiritual de sus conciudadanos. Por tanto, los negociantes a su comercio, así como los zapateros a su zapato; toda vez, que se prostituye el noble quehacer de dirigir un Estado, cuando alguna persona con mente mercaderil ocupa el solio presidencial; es decir, la codiciada silla de los alfileres. Los mercaderes no soportan el tintineo de las monedas, pues enloquecen sus sentidos y no hacen reparos en el costo moral, con tal de alzarse con ellas, para engrosar sus riquezas. Imaginemos, pues, que puedan subir a la primera curul de la nación, con poder para disponer de las arcas públicas, nos enfrentaríamos a una crisis de consecuencias impredecibles, donde la misma integridad de la república estaría en peligro. Por consiguiente, el arte y ciencia de bien gobernar es un sacerdocio al servicio de los menesterosos, que se ejerce con ahínco, decoro y prudencia. En algunas nocturnidades, no podía conciliar el sueño, al sospechar que un compatriota padeciese hambre; por tanto, formé un programa de asistencia social, despectivamente denominado por mis adversarios como ‘la fundita’, cuyo objetivo directo era contrarrestar necesidades perentorias de los desheredados de la fortuna, tan elemental como disponer de una ración alimenticia. Porque las personas humanas, dejan de comportarse como tales, cuando son azotadas por el hambre; entonces, ya no dirigimos ciudadanos, toda vez que la carencia sistemática de alimentos, degrada nuestra especie a bestias salvajes que tienen limitada la capacidad de pensar y ningún poder del hombre podrá detenerlos en sus justas reivindicaciones a sobrevivir. La historia nos concede la razón,  Luís XVI, perdió el trono y su vida, cuando el hambriento pueblo francés se levantó en armas. El Zar Nicolás II, no pudo detener la revolución bolchevique, cuando las masas rusas diezmadas por el hambre, hicieron claudicar su régimen, corriendo igual suerte, que el monarca anterior. Innumerables regímenes han sucumbido ante la rebelión de las masas. Pero también, ¿Cuántos gobiernos democráticos han fracasado, cuando sus conciudadanos aguijoneados por la falta de comestibles, se sublevan contra el orden institucional del Estado? Para proveer  alimentos baratos y de  calidad a los quisqueyanos, procedí a crear el Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), siempre consideré a esta institución estatal, como mi mejor aliada para gobernar, porque  los pobres no exigen mucho, sino lo necesario para subsistir. Gran parte de mi vida, pernocté en la parte posterior de la casa marcada con el número 25, en la Avenida Máximo Gómez, ciudad de Santo Domingo; mientras, con mi voluntad titánica, construía miles de viviendas para dignificar las familias dominicanas. No contraje matrimonio, porque la política requiere consagración, a tal manera, que se dedica la vida entera. Hubiese condenado a mi consorte y a mí mismo, a una existencia espiritual miserable; ella, por no disfrutar del tiempo que debe entregarse a la esposa e hijos, conllevando eventualmente a infidelidades consuetudinarias, con las cuales se pierde el buen nombre de la pareja. Tal lo sucedido a Napoleón Bonaparte y su amada Josefina. En pocas palabras, para someter a mi descendencia al escarnio público, prácticamente asumí un celibato con ligeras licencias. En conclusión, reitero, que la alternabilidad del poder es buena, siempre que existan hombres probos y con mentes preclaras para dirigir la administración pública. Nuestro país, cuenta en la actualidad con una cantera inagotable de potenciales presidenciables, donde sobresale por sus virtudes José Tomás Pérez, cual noble y límpida pieza de incorruptible mármol, sobre la cual debe erigirse la columna moral del Estado. Y queda esclarecido, otra vez, que únicamente a Leonel y José Tomás, presto mi sombrero, luego a nadie más. Por tanto, jamás, pero jamás, estaré de acuerdo que los negociantes dirijan la patria. He dicho.
El Profesor Bosch, argumentó: __De manera particular, dediqué toda mi vida a la formación de hombres y mujeres en la ciencia política y el humanismo hostosiano, con capacidad para dirigir con honestidad al pueblo dominicano. Por ejemplo, Leonel Fernández y José Tomás Pérez, están altamente calificados para guiar la nación. Ambos son compañeros valiosos entrenados para gobernar. El primero, por mis sabios consejos ascendió a la dirección de la primera magistratura…
Elito rápidamente razonó en voz alta: __Juan, no me gusta interrumpir a la persona que está en el uso de la palabra, porque no es elegante socialmente; pero, recuerda que entrenaste a Leonel Fernández; pero ingeniosamente armé la espuela que lo llevó al poder. También a José Tomás Pérez, le dejé un par de espigas de faisán, que allanan el camino a la presidencia. Por consiguiente, como hombre justo que eres, debes puntualizar que son honras compartidas.
Peña está inquieto escuchando a Elito;  y preguntó con su voz estridente y sílabas prolongadas que caracterizan su discurso: __Doctor Balaguer, si a José Tomás Pérez le donó un par de espuelas de faisán;  dígame, ¿de qué son las de Leonel Fernández?,  ¡serán aguijones de alacrán! o ¡contienen alquitrán!
 Juan Bosch tuvo que intervenir y le dijo a su antiguo discípulo: __José Francisco, José Francisco, José Francisco: __Tranquilo, que vamos en el sendero de la gloria y después no nos abren la puerta del cielo. Recuerda, que en el 1990, me dieron el tiro del bolsón y estuve quieto por la paz de la nación. Además, debes entender que el Doctor Balaguer, habla en sentido figurado, las espuelas es una metáfora política, sabes que Leonel y José Tomás son dos caballeros, que no usan malas artes.
Peña Gómez, el inteligente hombre de piel de azabache, poseedor de un verbo incendiario de corazones y seductor de las mentes, ahora con un tono más suave y una sonrisa astuta, se refirió a Elito: __Doctor Balaguer, hagamos una paz eterna y honorable, pero dígame con qué tipo de espuelas armó a  Leonel__.  Balaguer con rostro risueño, mira fijamente a los ojos de su compañero de caminata celestial y le dice: __Peña, entiendo la recurrencia en tu inquietud,  pero confieso que es un secreto de Estado, motivo de mi segunda página en blanco. Marchemos en sosiego eterno, aquí no tengo aspiraciones para gobernar; si mantienes alguna pretensión en ese sentido, cuenta con mi apoyo, aunque recuerda lo sucedido al ángel de luz y fe__. José Francisco analizó las proposiciones vulpinas de Joaquín, la inmensa habilidad y sus enigmáticos razonamientos; introspectivamente, bajo el silencio de su alma, sin musitar una palabra, concluyó: __Balaguer es un genio tenebroso, sabe demasiado.
   Elito y Juan comentan que, el próximo presidente de la República Dominicana, debe ser una persona cuerda y que no sea un mercader. Preguntan al gran líder de las praderas y  favelas de quisqueya, sobre el ciudadano idóneo para gobernar el país. Un rostro sombrío y pesaroso se apoderó de Peña Gómez, quien comentó: __Escuchen mi discurso patriótico, compañeros de esta larga caminata celestial, aquí estamos en la verdad, donde las pasiones y aspiraciones están sometidas a la voluntad de Dios Todopoderoso y debe prevalecer el bien de la humanidad y de manera particular de nuestro pueblo. Lamentablemente, para bien de algunos y mal de otros, el P.R.D. es una organización que ha vencido grandes desafíos; pero jamás se restablece de la división cíclica, la discordia y falta de disciplina en mi glorioso partido del ‘jacho prendio’, fomentando un flaco servicio a favor de la democracia dominicana; tanto es la situación, que en la actualidad no están en condiciones de dirigir la entidad  política fundada en 1939; mucho menos, los destinos de Quisqueya. A finales de 1977, a raíz de la convención para la elección de los candidatos presidencial y vice-presidencial, que terciarían por las elevadas magistraturas de la nación, pronuncié un discurso por el Programa Radial Tribuna Democrática, donde analicé las causas de la derrota y desaparición del Imperio Inca, por la lucha fratricida entre Atahualpa y Huáscar, herederos de un inmenso reino, prefirieron la sumisión de su trono, antes que llegar a sabios acuerdos; parece que esta es la cruel realidad de la institución en la que desarrollé mi ejercicio político__. Peña Gómez empezó a llorar ante las circunstancias adversas de su otrora partido de masa, recordó aquellos mítines en la margen occidental del Puente de La 17, jipíos del alma brotan por sus ojos arrebolados, cayó hincado sobre una espesa nube.  Don Juan, cual noble progenitor, le pasa la mano consoladora por la cabeza,  lo agarró por un hombro y lo aupó, tiernamente le dijo: __José Francisco, no lamentes más, con sus desatinos han elegido su triste destino; por mi parte, hace tiempo que lloré ese muerto. En el año 1973, vaticiné que el Partido Revolucionario Dominicano había cumplido su cometido histórico, su razón de ser. 
Peña Gómez se repuso de aquel momento; entonces, más allá de toda pasión, argumentó: __Por convicción soy un demócrata a carta cabal y los principios no se negocian; por tanto, no comparto los postulados de la reelección; estoy plenamente de acuerdo que en la República Dominicana, debe establecerse la alternancia en la administración de la cosa pública. Por el momento, en el P.R.D. nadie tiene los requisitos de un estadista para estos tiempos. La persona de mayores perfiles para gobernar, ya sea por sus conocimientos integrales, eficacia, prudencia, solidaridad y honestidad en el ejercicio del poder político, indiscutiblemente que es José Tomás Pérez y las masas de mi glorioso partido,  debe concederle un voto de confianza por el bien de la nación; estoy convencido de que realizará un buen gobierno a favor de todos los dominicanos, porque el bateador bueno, se conoce desde que agarra el bate.
Balaguer, Bosch y Peña, por unanimidad y en honor a sus méritos acumulados, decidieron recomendar ante el Excelso Dios Todopoderoso, a José Tomás Pérez para gobernar.  Elito realizando un análisis histórico de los acuerdos políticos entre ellos, comentó: __Peña,  primera vez que nosotros tres estamos de acuerdo en algo__.  José Francisco, con una mirada serena, firme y penetrante, observa a quien dialoga y le responde: __Doctor Balaguer, hemos armonizado en esta elección, porque la persona propuesta no tiene tasa de rechazo y la pre-candidatura de José Tomás Pérez crece desde La Tierra hasta el cielo.     
El áurico resplandor de las calles de la Nueva Jerusalén, se hace evidente a la vista de la tríada; guardan la divina ciudad, ángeles con largas espadas de fuego, que causan un gran remolino al cortar el limpio aire.   Los tres dominicanos quedaron pasmados ante el esplendor de las vías doradas por donde transitan. Las diademas cuelgan en los frentes de los palacios, esperando que alguien meritorio las pueda lucir en su cabeza. Cualquier mortal pasaría una eternidad contemplando aquellas coronas; allí todo es luminoso y diferentes tonalidades de luz se perciben en las aureolas. 
Balaguer manifiesta ir a los vestidores del majestuoso palacio, necesita un traje formal, para resaltar su imagen; pues viene de un baño sauna.  Un ángel lo reconoció y le preguntó: __ ¿qué usted hace aquí, Joaquín?__. El interpelado contestó: __Investiga a San Pedro, que me mandó a buscar para tratar asuntos de Estado__. Así que asísteme en la indumentaria.  Elito solicitó un frac blanco, pero le dijeron que allí únicamente se usa alba túnica de lino puro. Recordó una vestimenta de ese color, con la cual presentó cartas credenciales ante el gobierno de Colombia y cuidadosamente guardó aquella prenda de vestir hasta sus últimos días en La Tierra. Como pensamiento vago, advino a su mente el asistente fiel, Bello Andino; así como Carlos Morales Troncoso, Amable Aristy Castro y tantos colaboradores eficientes.   
Cuando estuvieron debidamente vestidos, en divina audiencia son recibidos por el Altísimo y conforme a la verdad de sus conciencias, dictaminarán sobre la persona con mayores condiciones para ejercer el poder político en la República Dominicana. Los ángeles los condujeron hasta una inmensa luminosidad, más brillante que el sol, pero sin incandescencia, podían acercarse a él y no quemarse; únicamente reciben un viento apacible, que ciega sus ojos. La poderosa luz con voz audible les preguntó: __ ¿cuál es la mejor persona para ser elegida como mandatario en su país__.  Al escuchar el sonido de las palabras, los tres hombres caen hincados, en genuflexa reverencia y al unísono dijeron: __José Tomás Pérez__.  Entonces, el omnisapiente y democrático ser sentenció: __Es la voluntad permisiva de Dios Todopoderoso, que José Tomás Pérez sea elegido como Presidente de la República Dominicana, tiene nuestra gracia; pero necesita el favor del libre albedrío de los hombres y mujeres de Quisqueya; porque muchas veces, nosotros como Divina Trinidad de Dios, delineamos una cosa y los humanos con sus decisiones ponen piedras de tropiezos en la materialización de esa disposición. En todo caso, deben aceptar la responsabilidad. Su nación siempre está ante la presencia de nuestro trono, porque fue fundada por un Ángel de Luz, que vertió el Evangelio en medio de la blanca cruz; a más de esto, allí yace un remanente firme que únicamente dobla rodillas ante nuestro Santísimo Nombre;  es la razón por la cual con brazo fuerte y extendido  reafirmamos los cimientos de la tierra en su media isla, deshacemos las tormentas en el Mar Caribe, bendecimos sus cultivos enviando la lluvia oportuna. En todo tiempo los dominicanos serán prosperados; porque cuando mi pueblo elegido era perseguido para exterminio y sometido a campos de concentración, un pedazo de aquella nación, tuvo prisa para brindarle socorro.
Juan, Balaguer y Peña están embriagados por la  presencia de Dios y escuchar las maravillas sobre Quisqueya, pero la misma voz,  les ordenó que se retiraran.      
Reverentemente, la trilogía quisqueyana se retira del centro del poder del Dios Viviente, que proporciona una plena satisfacción de gozo. Se despidieron caminando hacia atrás, siempre dando el frente a la inmensa luz, pero el resplandor es tan grandioso que cubría sus espaldas y no había un ápice de sombra por ningún lugar, hasta que estuvieron fuera del majestuoso y espacioso trono.
Flanqueado por dos ángeles, Peña Gómez, Juan Bosch y Balaguer, animosamente conversan; entre tanto, marchan hacia la puerta que conduce al exterior de la inmensa mansión celestial; entonces, Joaquín saluda a alguien y se quedó rezagado. Los cuatro seres se percataron de la ausencia de Elito; pero, ya está entrando nuevamente al lugar Santísimo, agarrado de la mano de una autoridad, la cual tiene sobre su cabeza un reluciente capelo y su anatomía cubierta por una toga con fibras de oro. Las deidades hacen más señas que un policía de tránsito en una intercepción congestionada, para que se detuviese el líder reformista; el llamado es en vano, pues entró al centro del esplendor divino conjuntamente con su acompañante.
Elito conoce el protocolo celestial, inmediatamente se arrodilla e implora al Dios Todopoderoso, que le permita hablar,  encontró gracia en su solicitud y Balaguer empieza su discurso: __Divino y Verdadero Dios, no hay reino como tu señorío y de tu excelsa majestad emana todo poder, soy indigno de estar ante la luz inmaculada de tu presencia, suplico el perdón de mis pecados; pido que dispongas mi traslado a este lugar, porque donde estoy hace un calor sofocante, es un baño sauna, con quienes cohabito son muy beligerantes y conspiradores impenitentes contra tus designios__.  La voz del Altísimo argumenta: __Justifícame una razón para alcanzar la gloria__. Joaquín inicia con rápido pensamiento a hilvanar su más importante alocución; sus labios dejaron salir las siguientes palabras: __Nuestro Señor y Salvador Jesucristo en su misión redentora en La Tierra, tuvo un encuentro con un joven que había guardado todos los mandamientos de la Ley de Moisés, preguntó qué le faltaba para ser salvo, Jesús dijo que vendiera todos sus bienes y lo entregara a los pobres. Pero, aquella persona entristeció y no cumplió la sugerencia del Rabí de Galilea. Mas sin embargo, mi mayor virtud fue vivir sin apego a las cosas materiales y desarrollar un sacerdocio al servicio de las masas desposeídas; tanto así, que regalé todos mis bienes a favor de los menesterosos. Si pudieras proyectar mi expediente,  verificarás que dediqué mi vida a regalar: ¡muñecas y bicicletas!, para los niños pobres__.   Ocasión en que un arcángel empezó a pasar imágenes y sonidos desde que Balaguer tuvo conciencia. El habilidoso líder dominicano, se fijó que los episodios de sus bondadosas obras pasan muy fugaz, mas los instantes donde aparecen situaciones desfavorables, se exhiben por más tiempo;  levantó el brazo derecho, blandiendo el dedo índice, cual espada desenvainada y argumenta: __Respetuosamente, quiero señalar que en las pruebas sobre mi accionar de vida, no se está siendo justo, pues no existe un trato igualitario en el tiempo de apreciación__. Dios ordenó a su asistente, que fuera más despacio en la representación de todas las evidencias. Apareció la imagen de un hombre asesinado a balazos cerca de la universidad estatal y la voz del Juez de jueces interrogó: __Balaguer, dígame sobre la muerte de ese joven periodista y tenga en cuenta que  ante mi presencia las páginas en blanco quedan escritas__. Le siguió preguntando: __En una oportunidad usted argumentó que su mano podía temblar por edad, pero jamás por miedo; ahora observo que se torna nervioso el dedo erguido sobre su frente, ¿por qué está tan agitado el índice?__. Audazmente elaboró una respuesta y la expuso: __Ante el poder de tu gloria inclino mi rostro, permíteme contestar la primera inquisición. Por santo y noble que sean los hombres, siempre a su lado existe un cerco de incontrolables; esto no implica necesariamente, que estemos de acuerdo con sus malsanas acciones. Es pertinente hacer memoria:  la noche en que el Divino Maestro fue detenido, Pedro haló una daga y desprendió la oreja a un centurión; lo que en modo alguno implica la culpabilidad del Salvador del mundo, únicamente un hereje podría pensar lo contrario. Guardando las distancias, hago esta comparación, para que se pueda entender mi participación; por consiguiente, ni di la orden, pero mucho menos cogí la espada__. La imagen del crimen sigue fija, Elito reconoce la virtud de su verbo seductor, pero del círculo de la justicia divina, advino un comentario que se concretó en reiterar la pregunta: __Señor Balaguer, conocemos de sus destrezas como gran orador con una inmensa capacidad persuasiva, que permitió hasta su retorno a este lugar, pero circunscríbase por el momento a explicar, por qué su dedo índice tiembla como la luz de una lámpara agitada por el viento. Muchas veces, los gestos contradicen las palabras__.  Joaquín olvidó que justificarse ante Dios no es cosa fácil, a la velocidad de un cometa esgrimió su respuesta que yacía pendiente en su mente: __Mi Señor y Dios, con ese movimiento oscilatorio digital, te manifiesto la negatividad en aceptar la culpabilidad sobre ese hecho, simplemente pretendo indicar que no me pueden acusar de este crimen, que pronto se aclarará con la publicación en Quisqueya de la página en blanco. Vaivenear el índice es un ademán utilizado en mi país, para evidenciar la no conformidad con algo.
Dios ordenó al arcángel: __Por favor, devuelva la imagen de la rueda de prensa en ese bello palacio presidencial, donde airadamente Balaguer dice al periodista, que le señale los presos políticos de su gobierno. Luego el automóvil del comunicador explosionó en una calle de Santo Domingo, explíqueme ese episodio Joaquín__. Elito palideció y empezó a carraspear, la garganta se le secó, emite tosecillas para aclarar el espacio interior del cuello y mantener la nitidez de la voz.
__ Ante tu presencia estoy y tengo conocimiento que Usted escudriñas los pensamientos de las personas; analizas, pues, si mis labios emitieron esa orden, porque aquí estamos en el momento de la verdad___, adujo el interrogado.  Inmediatamente siguió hablando: __deseo manifestar, que por amor a tu nombre y al género humano, a cientos de miles de mis conciudadanos quité el hambre e hice el bien social en la medida de las circunstancias financieras, aún sin estar en  la dirección del Estado Dominicano. Mi Dios Viviente, Eterno y Todopoderoso, ten misericordia de mi alma, porque el pueblo que me diste a gobernar es altamente difícil de dirigir, está compuesto por la nostalgia del negro, el dolor del indio y el látigo del blanco. Con mis manos quise revertir cinco siglos de injusticia social; esta es una nación con el cuello duro, como la que ordenaste a Moisés que guiara por el desierto. En Quisqueya hay más caciques que indios, allí todo el mundo se cree jefe, empezando por el conscripto que recibe una macana, sale a patrullar por las calles, empieza a  dar palos y bofetadas a diestra y siniestra, pues se considera acreedor de este derecho; hasta los funcionarios que soberbiamente irrespetan y desafían las leyes. Cada miembro de mi pueblo, no ha desarrollado la conciencia de ciudadano; sino una mentalidad caudillista. Desde que alguien asume la presidencia de la República, el mismo pueblo lo endiosa y dice que es indispensable que siga gobernando, así los mandatarios dominicanos, aún los más demócratas, terminan siendo grandes caudillos. Todos invocan el espíritu de la democracia, pero sus acciones cabalgan a una eternidad de la misma. Ahora bien, quizás no seré merecedor de habitar en la gloria; pero, no soporto estar al lado de seres que consagran su existencia a conspirar contra mi Dios__.  Elito llora desconsoladamente, mientras balbucea: __Honré a mi padre y madre, me compadecí de los pobres, sobre todo de la niñez desposeída de juguetes y con sus estómagos azotados por el hambre eterna del arrabal. Jamás conjuré contra mis superiores, no distraje riquezas, no derramé sangre, llevé una vida: ¡sin injusticias ni privilegios!... Estoy dispuesto a pagar mis pecados; pero, no se me pueden imputar, los de mis seguidores; algunos,  ciegos y sordos por la pasión del poder, cometieron excesos caprichosos altamente censurables. Dirigir una nación requiere de personas con una estirpe titánica; tuve que luchar contra la plaga roja del comunismo, que pretendía destruir la civilización cristiana, defendiendo la fe de hombres y mujeres que blasfemaban tu nombre. Diste la encomienda a Moisés, quien hablaba cara a cara con Usted, de guiar tu pueblo por el desierto; mas sin embargo, muchos pesares soportó este gran líder por la desobediencia de la nación. Yo, en tanto, no tuve la suerte de ver tu rostro: ¡la divina epifanía revelada ante mi presencia!, de tiempo en tiempo, inútilmente pretendía comunicarme contigo por intermedio de una vieja imagen, ahora me doy cuenta de lo fácil que es interactuar con usted, únicamente invocando tu nombre, sin ningún mediador__. Balaguer ensancha su defensa: __Es que los hombres son insaciables como el mar y volubles como el viento; y la verdad, la quieren circunscribir a sus intereses. Ahí radica la dificultad de gobernar un conglomerado humano.  Si tengo que padecer la suerte de Moisés, quien no pudo entrar a la tierra prometida; no obstante su trascendental personalidad,  acepto. Ahora bien, hasta a un arcángel lo designan para regir una comunidad humana, y tiene que cuidarse mucho, para no perder su dignidad. Juzgue Usted mis acciones como un simple mortal, que jamás renegué tu divino nombre y mucho menos cuestioné tu autoridad. “Las lágrimas que nublan nuestros ojos y la emoción que empaña mi voz, no nos permiten cumplir con la ecuanimidad debida esta intervención. Los grandes hombres entran verdaderamente en la historia cuando abandonan el escenario de la vida con sus combates y contradicciones. Era inmenso el cúmulo de asechanzas, de delaciones infames y de insinuaciones perversas que llegaban a diario, al través de algunos de mis colaboradores, hasta la mesa agobiada de problemas, pero nunca fui dado a las naturales pasiones de los hombres que aman inmensamente las sensualidades de la vida. No mostré entusiasmo por las condecoraciones y la afición a los títulos y a todo lo que es pompa teatral en las implacables luchas del poder. Por mis obras a favor de los necesitados, muestro mi fe cristiana__. Estas últimas palabras Elito las profiere con su garganta anegada por el llanto. La imagen del Altísimo muestra compasión.
Dios tuvo misericordia y para sacar de dificultad a Balaguer, lo designó arcángel superior y asesor en política celestial con preciada diadema en sus sienes y áurica toga sobre su cuerpo. Comisiona a un arcángel inferior, para el cumplimiento inmediato de la colocación de la elevada investidura sobre el elegido. Entonces, la Divina Fuerza Redentora argumento: __Levántate, no despreciaré un corazón entristecido y humillado__.
Terminada la consagración, Balaguer se inclinó y manifestó: __Gloria y honra eterna al misterio de la Santísima Trinidad de Dios; a Jesucristo, nombre que es sobre todo nombre; al Espíritu Santo, guía de la iglesia y al Dios Padre, proveedor de la Salvación, sempiternamente las gracias, por todas sus bondades y por la merced de esta inesperada elección. Pero, imploro por las almas de Juan Bosch y Peña Gómez, nobles hombres que dedicaron sus vidas al bien del pueblo quisqueyano, que jamás malversaron los fondos públicos, ni realizaron negocios turbios al amparo del poder político, ni codiciaron cosas materiales.
 La unidad de la Divina Trinidad de Dios, tienen voces que se escuchan al unísono y ordenaron al arcángel: __Busque los expedientes de sendas almas peticionadas por Balaguer__.  Primeramente, proyectan las  imágenes de Peña Gómez, el Santísimo inquirió: __ ¿por qué participa en un culto extraño?__. Joaquín asumió la defensa y comentó: __Es evidente, el estado de  necesidad y desesperación en que se encontraba en esos momentos, que lo condujo a tales irreflexiones; pero, en el fondo de su alma es un gran hombre, tengo entendido que se arrepintió y renunció a esas acciones de ocultismo.  
Balaguer nuevamente observó que durante las proyecciones de las imágenes del dossier de Peña Gómez, el arcángel inferior las dejó fija; aunque le hacía seña con la mano, que prosiguiera con la representación. Pero en la gloria, el lenguaje mímico no se usa y mucho menos es entendible. 
Elito con tono suave, manifestó al Gran Yo Soy El Que Soy, permíteme mostrarte el informe de vida de Juan Bosch. Diplomáticamente agarró el aparato óptico que dirigía el arcángel,  rápidamente expone el vídeo, va exaltando las virtudes de su compatriota; en tanto Dios expresa: __Discúlpeme, arcángel superior, y esa frase de que no cree en Dios__. Elito rápidamente contestó: __Esa es una imagen y sonido mal editada, tomada fuera de contexto en un proceso electoral__. El Padre Celestial manifestó: __ ¿Cómo hablas con tanta certidumbre, pareces que tienes pleno conocimiento de causa sobre el hecho?__. La Vulpeja Caribeña guardó silencio.
La Divina Trinidad de Dios Todopoderoso concedió la dispensa celestial, para que Juan Bosch y Peña Gómez, sean admitidos en la gloria.
Balaguer y su acompañante con capelo, reverentemente se retiraron de la presencia del Altísimo. Elito, ahora con la dignidad de arcángel superior y asesor en política celestial.
Cuando Peña y Bosch vieron a Balaguer con esta elevada investidura, con preciada diadema y toga con fibras de oro, se quedaron asombrados, sin pestañar y con los ojos buscando toda la luz del lugar. No sabían si estaban salvados o jodidos. Simplemente comentaron: __ ¡Parece que hicieron elecciones en el cielo!__.  En tanto, una gran cantidad de entidades celestiales, a Elito lo tratan con mucha pleitesía. Los conciudadanos de Joaquín, sigilosamente se acercan al arcángel superior y en sus mentes se anidó una inquisición que expusieron a él: __ ¿Cómo conseguiste esta dignidad celestial? ¿Qué debemos hacer para obtenerla?__.  La respuesta no se hizo esperar: __Necesitan un capelo que los recomiende__. Peña y Bosch aprietan los dientes y pasan la mano derecha por la cabeza. En el momento, les dicen a su interlocutor: __Doctor Balaguer, queremos que nos consiga un decreto a cada uno, para poder cohabitar definitivamente en la gloria__. Joaquín adujo: __Permítanme corregirles algo, aquí los términos cambian, no se dice decreto; sino dispensación celestial, la cual ya conseguí para ustedes, pronto exhibirán alba túnica de  fino lino.
Bosch y Peña, están contentos por la audacia de Balaguer. José Francisco empezó a dar vueltas de alegría, reiteradamente levanta las manos, salió de compostura. Entonces, el arcángel superior, conocedor del discurso de justificación de Peña Gómez y observando el tongoneo de su compatriota, le sugirió: __José Francisco, tu felicidad es inmensa; empero, deja esos movimientos, no sea que luego aludan, que estamos participando en un culto extraño o que no podemos someter las pasiones de la carne. 
Dejado atrás aquel momento, volvieron a hablar del tema que produjo su encuentro: __Con relación a la consulta sobre quién es la persona más idónea para dirigir a la nación dominicana, ¿cómo comunicaremos al pueblo la voluntad permisiva de Dios, para que José Tomás Pérez sea Presidente de la República Dominicana?__. Inquirió Juan Bosch.

  Peña Gómez, sugirió enviar un ángel con tal misión; pero al final consensuaron que el mensaje fuera revelado a líderes y siervos en comunión íntima con el Espíritu Santo de Dios, así como a todas las ciudadanas y ciudadanos de buena voluntad que habitan la noble tierra quisqueyana. 




Entradas populares

Seguidores

Vistas de página en total