UNA CARTA PARA LA HISTORIA

Una carta para la historia
Por Nurys Rivas



La carta renunciando a la precandidatura presidencial, enviada por la Primera Dama, es un documento histórico, donde pone en relieve la sensatez tanto suya, como de su marido, el Presidente Leonel Fernández.
La misiva, era tal vez esperada por quienes creen en la prudencia como un vehículo conciliador, es un gesto que no solo demuestra cordura, sino que ha servido para elevar la popularidad de la pareja presidencial.
Esta carta evita discordias que dañarían al país y al propio PLD, ya que los demás miembros que aspiran a la candidatura, por razones obvias, veían en Cedeño a una rival dueña absoluta de la preferencia presidencial.
No cabe dudas de que la Señora Cedeño podría ser una gran candidata, pero su estatus de esposa del Presidente, es un obstáculo insalvable.
Sobran a la Primera Dama, cualidades para ser Presidenta del país, pero todavía no es su tiempo, su reinado no termina aún.
Por primera vez, una Primera Dama dominicana, ha tenido tan marcada trayectoria, las demás no es que no hayan trabajado desde su posición, pero es evidente que Doña Margarita aspira mucho más que quedarse en la historia como la esposa del Presidente, llegará el momento de su protagonismo y nada ni nadie, podrá objetarle su participación directa en la política.
A sus logros suma la nominación, la distinción haber sido propuesta como precandidata, asegura que en su renuncia no hay tristeza ni rencor, y ¿por qué dudarlo? Yo le creo, ya que como ella misma afirma, el afecto y esperanza de hoy, es una semilla de futuro, la semilla sigue ahí, enterrada en tierra fértil, para que germine en su justo momento.
La Primera Dama tiene sobre sí, un poder más grande que el de ser presidenta, tiene el aprecio de muchos grupos que mediante programas emprendidos desde su Despacho, han visto realizados sueños y esperanzas, a nivel nacional es mucho lo que ha logrado, podríamos decir que mantiene un gobierno que en paralelo con del de su marido, va enmendando faltas, rectificando posibles errores, creando, innovando nuevos métodos de ganar adeptos.
Creo que Margarita es la conciencia del gobierno, ella es la parte sutil que va puliendo rudezas dejadas adrede o “sin querer”, aceptemos que aparte del amor que pueda existir en la pareja presidencial, Leonel Fernández una vez más demostró su inteligencia, eligiendo para casarse, a una mujer talentosa, capaz de lucirse en cualquier ambiente.
Escribiendo sobre la Primera Dama, hace un tiempo aseguré que era la mejor embajadora del Gobierno de Leonel y lo sostengo, ella es una mujer que sabe usar la diplomacia y posee el don de hacer que los demás se sientan protagonistas del momento, aunque todos sabemos que no, que la verdadera protagonista es ella.
Quiero quedarme con estas frases de la carta de Margarita y son precisamente estas palabras las que más me han llegado, las guardaré porque espero el momento de estar ante ella y recordárselas:
“He extendido mi mano solidaria y llevado esperanza donde sólo había desilusión y desconfianza”. “Me he ganado a la gente con trabajo, con amor, con sincera preocupación y ocupación por ellos, sin discriminar; siendo justa, responsable y solidaria…”
“Seguiré incansable con mi tarea de apoyo a las familias, a las mujeres, a los jóvenes, y a los más necesitados de la República Dominicana. Seguiré trabajando con responsabilidad, transparencia, equidad y pasión por la Nación. Llegará el día más pronto que tarde, que cualquier mujer dominicana, sea cual sea su condición, estado y clase, si el pueblo lo quiere, pueda asumir los destinos de esta Nación”.