TRILOGÍA QUISQUEYANA
Cuando en el reino celestial
se hacen ponderaciones trascendentes, como la consignada en el Libro de
Génesis, capítulo 1, versículo 26, siempre se produce el magnánimo concierto de
voluntades de la Divina Trinidad
de Dios, porque es una entidad espiritual suprema de carácter eminentemente
democrático. Consulta todo lo que va a hacer, no por falta de conocimiento,
pues es omnisapiente, sino por su espíritu de amor y gran liderazgo.
Deciden escuchar el dictamen
de varias almas de políticos dominicanos y ordenan que sean despertadas las
ánimas de Joaquín Balaguer, Juan Bosch y Peña Gómez; asimismo, les mandan usar
cuerpos incorruptibles. Al instante se ejecutó la disposición.
Bosch y Peña Gómez, plácidos
caminan por el sendero de la gloria y analizan el devenir de la nación
dominicana. Entre tanto, el líder histórico del partido reformista llegó
presuroso, agitado y sudoroso, tras prolijo recorrido, dejó una larga estela.
El Profesor Bosch en forma
apacible le pregunta al líder reformista:
__ ¿De dónde viene tan apresurado y con incontinencia en las glándulas
sudoríparas, Dr. Balaguer?__. El interpelado se está acotejando, antes de
contestar, ya que la forma conlleva a la esencia de las cosas, entonces adujo: __Respondiendo a esa inquisición, permíteme
decirte Juan, que advengo de un baño sauna, algo distante; y ese rápido
desplazamiento muscular del cual son testigos oculares, es para fortalecer
cuerpo y alma; pues aquí, la vida es muy
larga y a los humanos está prohibido gobernar este reino; mientras tanto, debo
entretenerme en algo.
Peña Gómez, en forma incrédula
escuchó las adornadas palabras del Doctor Balaguer y olvidó saludarlo, porque
hizo un absolvente ejercicio mental, para interpretar cada una de las ideas
externadas por Elito; la celeridad al andar y el olor, no lo convencen de que
viniese de un baño de vapor; duda de la sinceridad de su respuesta. El líder
eterno del P.R.D., volvió en sí, cuando el dilatado inquilino del palacio
presidencial, le dijo: __Doctor Peña
Gómez y por qué no hay reciprocidad en la salutación, me dirigí afectuosamente
a ambos__. Una sonrisa inmensa
afloró a los labios de José Francisco, al momento le concede un fuerte abrazo y
balbuceó algunas palabras casi imperceptibles a sus oídos, que motivaron una diplomática carcajada a su
interlocutor, enseguida manifestó: __Doctor
Balaguer, discúlpeme, no quise interrumpir al Profesor Bosch, mientras
formulaba esa pregunta; tampoco romper
el hilo de la continuidad de su respuesta.
El Profesor Juan Bosch,
concluido los saludos, retomó la conversación, preguntándole al Doctor
Balaguer, sobre el futuro de la República Dominicana.
Elito hizo su ponderación y sustentó:
__Al entregar la presidencia del país, en el año 1996, traté por todos los
medios de que reinara la paz y el progreso en la nación; creo en la democracia
y la alternabilidad en el poder; pero, no siempre hay personas preparadas y con
buenas intenciones para dirigir el destino de nuestro pueblo. Es pues, la
política una ciencia social destinada a conjurar los males de un conglomerado
humano, elevando la calidad material y espiritual de sus conciudadanos. Por
tanto, los negociantes a su comercio, así como los zapateros a su zapato; toda
vez, que se prostituye el noble quehacer de dirigir un Estado, cuando alguna
persona con mente mercaderil ocupa el solio presidencial; es decir, la codiciada
silla de los alfileres. Los mercaderes no soportan el tintineo de las monedas,
pues enloquecen sus sentidos y no hacen reparos en el costo moral, con tal de
alzarse con ellas, para engrosar sus riquezas. Imaginemos, pues, que puedan
subir a la primera curul de la nación, con poder para disponer de las arcas
públicas, nos enfrentaríamos a una crisis de consecuencias impredecibles, donde
la misma integridad de la república estaría en peligro. Por consiguiente, el
arte y ciencia de bien gobernar es un sacerdocio al servicio de los
menesterosos, que se ejerce con ahínco, decoro y prudencia. En algunas
nocturnidades, no podía conciliar el sueño, al sospechar que un compatriota
padeciese hambre; por tanto, formé un programa de asistencia social, despectivamente
denominado por mis adversarios como ‘la fundita’, cuyo objetivo directo era
contrarrestar necesidades perentorias de los desheredados de la fortuna, tan
elemental como disponer de una ración alimenticia. Porque las personas humanas,
dejan de comportarse como tales, cuando son azotadas por el hambre; entonces,
ya no dirigimos ciudadanos, toda vez que la carencia sistemática de alimentos,
degrada nuestra especie a bestias salvajes que tienen limitada la capacidad de
pensar y ningún poder del hombre podrá detenerlos en sus justas
reivindicaciones a sobrevivir. La historia nos concede la razón, Luís XVI, perdió el trono y su vida, cuando
el hambriento pueblo francés se levantó en armas. El Zar Nicolás II, no pudo
detener la revolución bolchevique, cuando las masas rusas diezmadas por el
hambre, hicieron claudicar su régimen, corriendo igual suerte, que el monarca
anterior. Innumerables regímenes han sucumbido ante la rebelión de las masas.
Pero también, ¿Cuántos gobiernos democráticos han fracasado, cuando sus
conciudadanos aguijoneados por la falta de comestibles, se sublevan contra el
orden institucional del Estado? Para proveer
alimentos baratos y de calidad a
los quisqueyanos, procedí a crear el Instituto de Estabilización de Precios
(INESPRE), siempre consideré a esta institución estatal, como mi mejor aliada
para gobernar, porque los pobres no
exigen mucho, sino lo necesario para subsistir. Gran parte de mi vida, pernocté
en la parte posterior de la casa marcada con el número 25, en la Avenida Máximo Gómez,
ciudad de Santo Domingo; mientras, con mi voluntad titánica, construía miles de
viviendas para dignificar las familias dominicanas. No contraje matrimonio,
porque la política requiere consagración, a tal manera, que se dedica la vida
entera. Hubiese condenado a mi consorte y a mí mismo, a una existencia
espiritual miserable; ella, por no disfrutar del tiempo que debe entregarse a
la esposa e hijos, conllevando eventualmente a infidelidades consuetudinarias,
con las cuales se pierde el buen nombre de la pareja. Tal lo sucedido a
Napoleón Bonaparte y su amada Josefina. En pocas palabras, para someter a mi
descendencia al escarnio público, prácticamente asumí un celibato con ligeras
licencias. En conclusión, reitero, que la alternabilidad del poder es buena,
siempre que existan hombres probos y con mentes preclaras para dirigir la
administración pública. Nuestro país, cuenta en la actualidad con una cantera
inagotable de potenciales presidenciables, donde sobresale por sus virtudes
José Tomás Pérez, cual noble y límpida pieza de incorruptible mármol, sobre la
cual debe erigirse la columna moral del Estado. Y queda esclarecido, otra vez,
que únicamente a Leonel y José Tomás, presto mi sombrero, luego a nadie más.
Por tanto, jamás, pero jamás, estaré de acuerdo que los negociantes dirijan la
patria. He dicho.
El Profesor Bosch, argumentó: __De manera particular, dediqué toda mi vida
a la formación de hombres y mujeres en la ciencia política y el humanismo
hostosiano, con capacidad para dirigir con honestidad al pueblo dominicano. Por
ejemplo, Leonel Fernández y José Tomás Pérez, están altamente calificados para
guiar la nación. Ambos son compañeros valiosos entrenados para gobernar. El
primero, por mis sabios consejos ascendió a la dirección de la primera magistratura…
Elito rápidamente razonó en
voz alta: __Juan, no me gusta interrumpir
a la persona que está en el uso de la palabra, porque no es elegante
socialmente; pero, recuerda que entrenaste a Leonel Fernández; pero
ingeniosamente armé la espuela que lo llevó al poder. También a José Tomás
Pérez, le dejé un par de espigas de faisán, que allanan el camino a la
presidencia. Por consiguiente, como hombre justo que eres, debes puntualizar
que son honras compartidas.
Peña está inquieto escuchando
a Elito; y preguntó con su voz
estridente y sílabas prolongadas que caracterizan su discurso: __Doctor Balaguer, si a José Tomás Pérez le
donó un par de espuelas de faisán;
dígame, ¿de qué son las de Leonel Fernández?, ¡serán aguijones de alacrán! o ¡contienen
alquitrán!
Juan Bosch tuvo que intervenir y le dijo a su
antiguo discípulo: __José Francisco, José
Francisco, José Francisco: __Tranquilo, que vamos en el sendero de la gloria y
después no nos abren la puerta del cielo. Recuerda, que en el 1990, me dieron
el tiro del bolsón y estuve quieto por la paz de la nación. Además, debes
entender que el Doctor Balaguer, habla en sentido figurado, las espuelas es una
metáfora política, sabes que Leonel y José Tomás son dos caballeros, que no
usan malas artes.
Peña Gómez, el inteligente
hombre de piel de azabache, poseedor de un verbo incendiario de corazones y
seductor de las mentes, ahora con un tono más suave y una sonrisa astuta, se
refirió a Elito: __Doctor Balaguer,
hagamos una paz eterna y honorable, pero dígame con qué tipo de espuelas armó
a Leonel__. Balaguer con rostro risueño, mira fijamente a
los ojos de su compañero de caminata celestial y le dice: __Peña, entiendo la recurrencia en tu inquietud, pero confieso que es un secreto de Estado,
motivo de mi segunda página en blanco. Marchemos en sosiego eterno, aquí no
tengo aspiraciones para gobernar; si mantienes alguna pretensión en ese
sentido, cuenta con mi apoyo, aunque recuerda lo sucedido al ángel de luz y
fe__. José Francisco analizó las proposiciones vulpinas de Joaquín, la
inmensa habilidad y sus enigmáticos razonamientos; introspectivamente, bajo el
silencio de su alma, sin musitar una palabra, concluyó: __Balaguer es un genio tenebroso, sabe demasiado.
Elito y Juan comentan que, el próximo presidente
de la República
Dominicana , debe ser una persona cuerda y que no sea un
mercader. Preguntan al gran líder de las praderas y favelas de quisqueya, sobre el ciudadano
idóneo para gobernar el país. Un rostro sombrío y pesaroso se apoderó de Peña
Gómez, quien comentó: __Escuchen mi discurso patriótico, compañeros de esta
larga caminata celestial, aquí estamos en la verdad, donde las pasiones y
aspiraciones están sometidas a la voluntad de Dios Todopoderoso y debe
prevalecer el bien de la humanidad y de manera particular de nuestro pueblo. Lamentablemente,
para bien de algunos y mal de otros, el P.R.D. es una organización que ha
vencido grandes desafíos; pero jamás se restablece de la división cíclica, la
discordia y falta de disciplina en mi glorioso partido del ‘jacho prendio’, fomentando
un flaco servicio a favor de la democracia dominicana; tanto es la situación,
que en la actualidad no están en condiciones de dirigir la entidad política fundada en 1939; mucho menos, los
destinos de Quisqueya. A finales de 1977, a raíz de la convención para la elección
de los candidatos presidencial y vice-presidencial, que terciarían por las
elevadas magistraturas de la nación, pronuncié un discurso por el Programa Radial
Tribuna Democrática, donde analicé las causas de la derrota y desaparición del
Imperio Inca, por la lucha fratricida entre Atahualpa y Huáscar, herederos de
un inmenso reino, prefirieron la sumisión de su trono, antes que llegar a
sabios acuerdos; parece que esta es la cruel realidad de la institución en la
que desarrollé mi ejercicio político__. Peña Gómez empezó a llorar ante las
circunstancias adversas de su otrora partido de masa, recordó aquellos mítines
en la margen occidental del Puente de La 17, jipíos del alma brotan por sus
ojos arrebolados, cayó hincado sobre una espesa nube. Don Juan, cual noble progenitor, le pasa la
mano consoladora por la cabeza, lo
agarró por un hombro y lo aupó, tiernamente le dijo: __José Francisco, no
lamentes más, con sus desatinos han elegido su triste destino; por mi parte,
hace tiempo que lloré ese muerto. En el año 1973, vaticiné que el Partido
Revolucionario Dominicano había cumplido su cometido histórico, su razón de
ser.
Peña Gómez se repuso de aquel
momento; entonces, más allá de toda pasión, argumentó: __Por convicción soy un
demócrata a carta cabal y los principios no se negocian; por tanto, no comparto
los postulados de la reelección; estoy plenamente de acuerdo que en la República
Dominicana , debe establecerse la alternancia en la administración
de la cosa pública. Por el momento, en el P.R.D. nadie tiene los requisitos de
un estadista para estos tiempos. La persona de mayores perfiles para gobernar,
ya sea por sus conocimientos integrales, eficacia, prudencia, solidaridad y
honestidad en el ejercicio del poder político, indiscutiblemente que es José
Tomás Pérez y las masas de mi glorioso partido, debe concederle un voto de confianza por el
bien de la nación; estoy convencido de que realizará un buen gobierno a favor
de todos los dominicanos, porque el bateador bueno, se conoce desde que agarra
el bate.
Balaguer, Bosch y Peña, por
unanimidad y en honor a sus méritos acumulados, decidieron recomendar ante el
Excelso Dios Todopoderoso, a José Tomás Pérez para gobernar. Elito realizando un análisis histórico de los
acuerdos políticos entre ellos, comentó:
__Peña, primera vez que nosotros tres
estamos de acuerdo en algo__. José
Francisco, con una mirada serena, firme y penetrante, observa a quien dialoga y
le responde: __Doctor Balaguer, hemos
armonizado en esta elección, porque la persona propuesta no tiene tasa de
rechazo y la pre-candidatura de José Tomás Pérez crece desde La Tierra hasta el
cielo.
El áurico resplandor de las
calles de la Nueva
Jerusalén , se hace evidente a la vista de la tríada; guardan la
divina ciudad, ángeles con largas espadas de fuego, que causan un gran remolino
al cortar el limpio aire. Los tres
dominicanos quedaron pasmados ante el esplendor de las vías doradas por donde
transitan. Las diademas cuelgan en los frentes de los palacios, esperando que
alguien meritorio las pueda lucir en su cabeza. Cualquier mortal pasaría una
eternidad contemplando aquellas coronas; allí todo es luminoso y diferentes
tonalidades de luz se perciben en las aureolas.
Balaguer manifiesta ir a los
vestidores del majestuoso palacio, necesita un traje formal, para resaltar su
imagen; pues viene de un baño sauna. Un
ángel lo reconoció y le preguntó: __ ¿qué
usted hace aquí, Joaquín?__. El interpelado contestó: __Investiga a San Pedro, que me mandó a buscar para tratar asuntos de
Estado__. Así que asísteme en la indumentaria. Elito solicitó un frac blanco, pero le dijeron
que allí únicamente se usa alba túnica de lino puro. Recordó una vestimenta de
ese color, con la cual presentó cartas credenciales ante el gobierno de
Colombia y cuidadosamente guardó aquella prenda de vestir hasta sus últimos
días en La Tierra. Como
pensamiento vago, advino a su mente el asistente fiel, Bello Andino; así como
Carlos Morales Troncoso, Amable Aristy Castro y tantos colaboradores
eficientes.
Cuando estuvieron debidamente
vestidos, en divina audiencia son recibidos por el Altísimo y conforme a la
verdad de sus conciencias, dictaminarán sobre la persona con mayores
condiciones para ejercer el poder político en la República
Dominicana. Los ángeles los condujeron hasta una inmensa
luminosidad, más brillante que el sol, pero sin incandescencia, podían
acercarse a él y no quemarse; únicamente reciben un viento apacible, que ciega
sus ojos. La poderosa luz con voz audible les preguntó: __ ¿cuál es la mejor persona para ser elegida como mandatario en su
país__. Al escuchar el sonido de las
palabras, los tres hombres caen hincados, en genuflexa reverencia y al unísono
dijeron: __José Tomás Pérez__. Entonces, el omnisapiente y democrático ser
sentenció: __Es la voluntad permisiva de
Dios Todopoderoso, que José Tomás Pérez sea elegido como Presidente de la República
Dominicana , tiene nuestra gracia; pero necesita el favor del
libre albedrío de los hombres y mujeres de Quisqueya; porque muchas veces,
nosotros como Divina Trinidad de Dios, delineamos una cosa y los humanos con
sus decisiones ponen piedras de tropiezos en la materialización de esa
disposición. En todo caso, deben aceptar la responsabilidad. Su nación siempre
está ante la presencia de nuestro trono, porque fue fundada por un Ángel de
Luz, que vertió el Evangelio en medio de la blanca cruz; a más de esto, allí
yace un remanente firme que únicamente dobla rodillas ante nuestro Santísimo
Nombre; es la razón por la cual con brazo
fuerte y extendido reafirmamos los
cimientos de la tierra en su media isla, deshacemos las tormentas en el Mar
Caribe, bendecimos sus cultivos enviando la lluvia oportuna. En todo tiempo los
dominicanos serán prosperados; porque cuando mi pueblo elegido era perseguido
para exterminio y sometido a campos de concentración, un pedazo de aquella
nación, tuvo prisa para brindarle socorro.
Juan, Balaguer y Peña están
embriagados por la presencia de Dios y escuchar
las maravillas sobre Quisqueya, pero la misma voz, les ordenó que se retiraran.
Reverentemente, la trilogía
quisqueyana se retira del centro del poder del Dios Viviente, que proporciona
una plena satisfacción de gozo. Se despidieron caminando hacia atrás, siempre
dando el frente a la inmensa luz, pero el resplandor es tan grandioso que
cubría sus espaldas y no había un ápice de sombra por ningún lugar, hasta que
estuvieron fuera del majestuoso y espacioso trono.
Flanqueado por dos ángeles,
Peña Gómez, Juan Bosch y Balaguer, animosamente conversan; entre tanto, marchan
hacia la puerta que conduce al exterior de la inmensa mansión celestial;
entonces, Joaquín saluda a alguien y se quedó rezagado. Los cuatro seres se percataron
de la ausencia de Elito; pero, ya está entrando nuevamente al lugar Santísimo,
agarrado de la mano de una autoridad, la cual tiene sobre su cabeza un
reluciente capelo y su anatomía cubierta por una toga con fibras de oro. Las
deidades hacen más señas que un policía de tránsito en una intercepción congestionada,
para que se detuviese el líder reformista; el llamado es en vano, pues entró al
centro del esplendor divino conjuntamente con su acompañante.
Elito conoce el protocolo
celestial, inmediatamente se arrodilla e implora al Dios Todopoderoso, que le
permita hablar, encontró gracia en su
solicitud y Balaguer empieza su discurso: __Divino
y Verdadero Dios, no hay reino como tu señorío y de tu excelsa majestad emana
todo poder, soy indigno de estar ante la luz inmaculada de tu presencia,
suplico el perdón de mis pecados; pido que dispongas mi traslado a este lugar,
porque donde estoy hace un calor sofocante, es un baño sauna, con quienes
cohabito son muy beligerantes y conspiradores impenitentes contra tus
designios__. La voz del Altísimo
argumenta: __Justifícame una razón para
alcanzar la gloria__. Joaquín inicia con rápido pensamiento a hilvanar su
más importante alocución; sus labios dejaron salir las siguientes palabras: __Nuestro Señor y Salvador Jesucristo en su
misión redentora en La Tierra, tuvo un encuentro con un joven que había
guardado todos los mandamientos de la
Ley de Moisés, preguntó qué le faltaba para ser salvo, Jesús
dijo que vendiera todos sus bienes y lo entregara a los pobres. Pero, aquella
persona entristeció y no cumplió la sugerencia del Rabí de Galilea. Mas sin
embargo, mi mayor virtud fue vivir sin apego a las cosas materiales y
desarrollar un sacerdocio al servicio de las masas desposeídas; tanto así, que
regalé todos mis bienes a favor de los menesterosos. Si pudieras proyectar mi
expediente, verificarás que dediqué mi
vida a regalar: ¡muñecas y bicicletas!, para los niños pobres__. Ocasión en que un arcángel empezó a pasar
imágenes y sonidos desde que Balaguer tuvo conciencia. El habilidoso líder dominicano,
se fijó que los episodios de sus bondadosas obras pasan muy fugaz, mas los
instantes donde aparecen situaciones desfavorables, se exhiben por más tiempo; levantó el brazo derecho, blandiendo el dedo
índice, cual espada desenvainada y argumenta: __Respetuosamente, quiero señalar que en las pruebas sobre mi accionar
de vida, no se está siendo justo, pues no existe un trato igualitario en el
tiempo de apreciación__. Dios ordenó a su asistente, que fuera más despacio
en la representación de todas las evidencias. Apareció la imagen de un hombre asesinado
a balazos cerca de la universidad estatal y la voz del Juez de jueces
interrogó: __Balaguer, dígame sobre la
muerte de ese joven periodista y tenga en cuenta que ante mi presencia las páginas en blanco
quedan escritas__. Le siguió preguntando: __En una oportunidad usted argumentó que su mano podía temblar por
edad, pero jamás por miedo; ahora observo que se torna nervioso el dedo erguido
sobre su frente, ¿por qué está tan agitado el índice?__. Audazmente elaboró
una respuesta y la expuso: __Ante el
poder de tu gloria inclino mi rostro, permíteme contestar la primera
inquisición. Por santo y noble que sean los hombres, siempre a su lado existe
un cerco de incontrolables; esto no implica necesariamente, que estemos de
acuerdo con sus malsanas acciones. Es pertinente hacer memoria: la noche en que el Divino Maestro fue
detenido, Pedro haló una daga y desprendió la oreja a un centurión; lo que en
modo alguno implica la culpabilidad del Salvador del mundo, únicamente un
hereje podría pensar lo contrario. Guardando las distancias, hago esta
comparación, para que se pueda entender mi participación; por consiguiente, ni
di la orden, pero mucho menos cogí la espada__. La imagen del crimen sigue
fija, Elito reconoce la virtud de su verbo seductor, pero del círculo de la
justicia divina, advino un comentario que se
concretó en reiterar la pregunta: __Señor
Balaguer, conocemos de sus destrezas como gran orador con una inmensa capacidad
persuasiva, que permitió hasta su retorno a este lugar, pero circunscríbase por
el momento a explicar, por qué su dedo índice tiembla como la luz de una
lámpara agitada por el viento. Muchas veces, los gestos contradicen las
palabras__. Joaquín olvidó que
justificarse ante Dios no es cosa fácil, a la velocidad de un cometa esgrimió
su respuesta que yacía pendiente en su mente: __Mi Señor y Dios, con ese movimiento oscilatorio digital, te
manifiesto la negatividad en aceptar la culpabilidad sobre ese hecho,
simplemente pretendo indicar que no me pueden acusar de este crimen, que pronto
se aclarará con la publicación en Quisqueya de la página en blanco. Vaivenear
el índice es un ademán utilizado en mi país, para evidenciar la no conformidad
con algo.
Dios ordenó al arcángel: __Por favor, devuelva la imagen de la rueda
de prensa en ese bello palacio presidencial, donde airadamente Balaguer dice al
periodista, que le señale los presos políticos de su gobierno. Luego el
automóvil del comunicador explosionó en una calle de Santo Domingo, explíqueme
ese episodio Joaquín__. Elito palideció y empezó a carraspear, la garganta
se le secó, emite tosecillas para aclarar el espacio
interior del cuello y mantener la nitidez de la voz.
__ Ante tu presencia estoy y tengo conocimiento que Usted escudriñas los
pensamientos de las personas; analizas, pues, si mis labios emitieron esa
orden, porque aquí estamos en el momento de la verdad___, adujo el interrogado. Inmediatamente siguió hablando: __deseo manifestar, que por amor a tu nombre
y al género humano, a cientos de miles de mis conciudadanos quité el hambre e
hice el bien social en la medida de las circunstancias financieras, aún sin
estar en la dirección del Estado
Dominicano. Mi Dios Viviente, Eterno y Todopoderoso, ten misericordia de mi
alma, porque el pueblo que me diste a gobernar es altamente difícil de dirigir,
está compuesto por la nostalgia del negro, el dolor del indio y el látigo del
blanco. Con mis manos quise revertir cinco siglos de injusticia social; esta es
una nación con el cuello duro, como la que ordenaste a Moisés que guiara por el
desierto. En Quisqueya hay más caciques que indios, allí todo el mundo se cree
jefe, empezando por el conscripto que recibe una macana, sale a patrullar por
las calles, empieza a dar palos y
bofetadas a diestra y siniestra, pues se considera acreedor de este derecho;
hasta los funcionarios que soberbiamente irrespetan y desafían las leyes. Cada
miembro de mi pueblo, no ha desarrollado la conciencia de ciudadano; sino una
mentalidad caudillista. Desde que alguien asume la presidencia de la República , el mismo
pueblo lo endiosa y dice que es indispensable que siga gobernando, así los
mandatarios dominicanos, aún los más demócratas, terminan siendo grandes
caudillos. Todos invocan el espíritu de la democracia, pero sus acciones
cabalgan a una eternidad de la misma. Ahora bien, quizás no seré merecedor de
habitar en la gloria; pero, no soporto estar al lado de seres que consagran su
existencia a conspirar contra mi Dios__.
Elito llora desconsoladamente, mientras balbucea: __Honré a mi padre y madre, me compadecí de los pobres, sobre todo de
la niñez desposeída de juguetes y con sus estómagos azotados por el hambre
eterna del arrabal. Jamás conjuré contra mis superiores, no distraje riquezas,
no derramé sangre, llevé una vida: ¡sin injusticias ni privilegios!... Estoy
dispuesto a pagar mis pecados; pero, no se me pueden imputar, los de mis
seguidores; algunos, ciegos y sordos por
la pasión del poder, cometieron excesos caprichosos altamente censurables.
Dirigir una nación requiere de personas con una estirpe titánica; tuve que
luchar contra la plaga roja del comunismo, que pretendía destruir la
civilización cristiana, defendiendo la fe de hombres y mujeres que blasfemaban
tu nombre. Diste la encomienda a Moisés, quien hablaba cara a cara con Usted,
de guiar tu pueblo por el desierto; mas sin embargo, muchos pesares soportó
este gran líder por la desobediencia de la nación. Yo, en tanto, no tuve la
suerte de ver tu rostro: ¡la divina epifanía revelada ante mi presencia!, de
tiempo en tiempo, inútilmente pretendía comunicarme contigo por intermedio de
una vieja imagen, ahora me doy cuenta de lo fácil que es interactuar con usted,
únicamente invocando tu nombre, sin ningún mediador__. Balaguer ensancha su
defensa: __Es que los hombres son
insaciables como el mar y volubles como el viento; y la verdad, la quieren
circunscribir a sus intereses. Ahí radica la dificultad de gobernar un
conglomerado humano. Si tengo que
padecer la suerte de Moisés, quien no pudo entrar a la tierra prometida; no
obstante su trascendental personalidad,
acepto. Ahora bien, hasta a un arcángel lo designan para regir una
comunidad humana, y tiene que cuidarse mucho, para no perder su dignidad.
Juzgue Usted mis acciones como un simple mortal, que jamás renegué tu divino
nombre y mucho menos cuestioné tu autoridad. “Las lágrimas que nublan nuestros
ojos y la emoción que empaña mi voz, no nos permiten cumplir con la ecuanimidad
debida esta intervención. Los grandes hombres entran verdaderamente en la
historia cuando abandonan el escenario de la vida con sus combates y
contradicciones. Era inmenso el cúmulo de asechanzas, de delaciones infames y
de insinuaciones perversas que llegaban a diario, al través de algunos de mis
colaboradores, hasta la mesa agobiada de problemas, pero nunca fui dado a las
naturales pasiones de los hombres que aman inmensamente las sensualidades de la
vida. No mostré entusiasmo por las condecoraciones y la afición a los títulos y
a todo lo que es pompa teatral en las implacables luchas del poder. Por mis
obras a favor de los necesitados, muestro mi fe cristiana__. Estas últimas
palabras Elito las profiere con su garganta anegada por el llanto. La imagen
del Altísimo muestra compasión.
Dios tuvo misericordia y para
sacar de dificultad a Balaguer, lo designó arcángel superior y asesor en
política celestial con preciada diadema en sus sienes y áurica toga sobre su
cuerpo. Comisiona a un arcángel inferior, para el cumplimiento inmediato de la
colocación de la elevada investidura sobre el elegido. Entonces, la Divina Fuerza Redentora
argumento: __Levántate, no despreciaré un
corazón entristecido y humillado__.
Terminada la consagración,
Balaguer se inclinó y manifestó: __Gloria
y honra eterna al misterio de la Santísima
Trinidad de Dios; a Jesucristo, nombre que es sobre todo nombre;
al Espíritu Santo, guía de la iglesia y al Dios Padre, proveedor de la Salvación ,
sempiternamente las gracias, por todas sus bondades y por la merced de esta
inesperada elección. Pero, imploro por las almas de Juan Bosch y Peña Gómez,
nobles hombres que dedicaron sus vidas al bien del pueblo quisqueyano, que
jamás malversaron los fondos públicos, ni realizaron negocios turbios al amparo
del poder político, ni codiciaron cosas materiales.
La unidad de la Divina Trinidad de Dios, tienen
voces que se escuchan al unísono y ordenaron al arcángel: __Busque los expedientes de sendas almas peticionadas por Balaguer__. Primeramente, proyectan las imágenes de Peña Gómez, el Santísimo
inquirió: __ ¿por qué participa en un
culto extraño?__. Joaquín asumió la defensa y comentó: __Es evidente, el estado de
necesidad y desesperación en que se encontraba en esos momentos, que lo
condujo a tales irreflexiones; pero, en el fondo de su alma es un gran hombre,
tengo entendido que se arrepintió y renunció a esas acciones de ocultismo.
Balaguer nuevamente observó
que durante las proyecciones de las imágenes del dossier de Peña Gómez, el
arcángel inferior las dejó fija; aunque le hacía seña con la mano, que prosiguiera
con la representación. Pero en la gloria, el lenguaje mímico no se usa y mucho
menos es entendible.
Elito con tono suave,
manifestó al Gran Yo Soy El Que Soy, permíteme mostrarte el informe de vida de
Juan Bosch. Diplomáticamente agarró el aparato óptico que dirigía el
arcángel, rápidamente expone el vídeo,
va exaltando las virtudes de su compatriota; en tanto Dios expresa: __Discúlpeme, arcángel superior, y esa frase
de que no cree en Dios__. Elito rápidamente contestó: __Esa es una imagen y sonido mal editada, tomada fuera de contexto en
un proceso electoral__. El Padre Celestial manifestó: __ ¿Cómo hablas con tanta certidumbre, pareces que tienes pleno
conocimiento de causa sobre el hecho?__. La Vulpeja Caribeña guardó
silencio.
Balaguer y su acompañante con
capelo, reverentemente se retiraron de la presencia del Altísimo. Elito, ahora
con la dignidad de arcángel superior y asesor en política celestial.
Cuando Peña y Bosch vieron a
Balaguer con esta elevada investidura, con preciada diadema y toga con fibras
de oro, se quedaron asombrados, sin pestañar y con los ojos buscando toda la
luz del lugar. No sabían si estaban salvados o jodidos. Simplemente comentaron:
__ ¡Parece que hicieron elecciones en el cielo!__. En tanto, una gran cantidad de entidades
celestiales, a Elito lo tratan con mucha pleitesía. Los conciudadanos de
Joaquín, sigilosamente se acercan al arcángel superior y en sus mentes se anidó
una inquisición que expusieron a él: __
¿Cómo conseguiste esta dignidad celestial? ¿Qué debemos hacer para
obtenerla?__. La respuesta no se
hizo esperar: __Necesitan un capelo que
los recomiende__. Peña y Bosch aprietan los dientes y pasan la mano derecha
por la cabeza. En el momento, les dicen a su interlocutor: __Doctor Balaguer, queremos que nos consiga un decreto a cada uno,
para poder cohabitar definitivamente en la gloria__. Joaquín adujo: __Permítanme corregirles algo, aquí los
términos cambian, no se dice decreto; sino dispensación celestial, la cual ya
conseguí para ustedes, pronto exhibirán alba túnica de fino lino.
Bosch y Peña, están contentos
por la audacia de Balaguer. José Francisco empezó a dar vueltas de alegría,
reiteradamente levanta las manos, salió de compostura. Entonces, el arcángel
superior, conocedor del discurso de justificación de Peña Gómez y observando el
tongoneo de su compatriota, le sugirió:
__José Francisco, tu felicidad es inmensa; empero, deja esos movimientos, no
sea que luego aludan, que estamos participando en un culto extraño o que no
podemos someter las pasiones de la carne.
Dejado atrás aquel momento,
volvieron a hablar del tema que produjo su encuentro: __Con relación a la consulta sobre quién es la persona más idónea para
dirigir a la nación dominicana, ¿cómo comunicaremos al pueblo la voluntad
permisiva de Dios, para que José Tomás Pérez sea Presidente de la República Dominicana ?__.
Inquirió Juan Bosch.
Peña Gómez, sugirió enviar un ángel con tal
misión; pero al final consensuaron que el mensaje fuera revelado a líderes y
siervos en comunión íntima con el Espíritu Santo de Dios, así como a todas las
ciudadanas y ciudadanos de buena voluntad que habitan la noble tierra
quisqueyana.